Algunos se frotaron las manos pensando que la Juventud Sónica había claudicado frente al sistema al entregar “Goo” (1990) a la David Geffen Company. Los mismos se quedaron de una pieza al visionar la correspondiente versión en imágenes: los once clips de “Goo” no solo aclaraban que los cuatro noisemakers no habían perdido ni un ápice de su “integridad”, sino que afianzaban su vertiente más destructiva con un adecuado manual de cómo fabricar un vídeo para poner histéricos a los de la MTV. Las imágenes de “Goo”, entre lo desechable y lo irritante, reunieron en su nómina a un buen puñado de directores independientes –Richard Kern, Todd Haynes, Dave Markey…–, realizadores de trinchera a quienes posiblemente ni Spielberg ni Scorsese producirán nunca un largometraje. Markey se encargó de recrear la obsesión mitómana de “Mildred Pierce”, con una exagerada Sofia Coppola como Joan Crawford, y el daño eléctrico de “Titanium Exposé”.
En el verano del 91, entre el 19 de agosto y el 1 de septiembre, y en compañía de Nirvana –era el año de (la) gracia de “Nevermind”–, Sonic Youth se embarcaron en una gira europea, centrada en festivales al aire libre, que los llevó a Cork, Dublín, Reading, Colonia, Hasselt, Bremen, Halle, Stuttgart, Nuremberg y Rotterdam. Dave Markey fue llamado de nuevo a filas con la misión de registrar para la posteridad este periplo, un momento crucial para el asentamiento del llamado rock alternativo. El resultado, “1991: The Year Punk Broke”. El punk de los noventa, a juzgar por la imagen inicial, tiene cara de niño rollizo, saludable y sorprendido. Los inmediatos títulos del crédito del filme (estrenado en USA en salas de cine en 1992 y ahora disponible en vídeo doméstico), con Thurston Moore, Kurt Cobain y Kim Gordon en plena exhibición de tontería, marcan las pautas posteriores del documental, algo así como un diario de gira –en la misma línea de “Dont Look Back” (Dylan), “Cocksucker Blues” (Stones) y tantos otros– que alterna registros de actuaciones en directo con paseos más o menos concertados por los backstages.