Salamanca ha vibrado este domingo con la gran final de la 53ª edición de la Vuelta a Salamanca, que se cerró con una espectacular contrarreloj individual por las calles del casco histórico. La meta, situada en la Plaza Mayor, ofreció un escenario único y lleno de público para despedir una competición que vuelve a consolidarse como referente del ciclismo nacional.
El gran protagonista de la jornada fue Gari Ugarte, que no solo se adjudicó la contrarreloj, sino que también se coronó como vencedor absoluto de la Vuelta. Su regularidad y fuerza en los momentos decisivos le permitieron subir a lo más alto del podio general. Le acompañaron en el cajón de honor Maksym Bilyi, en segunda posición, y Jose Autran, tercero.
Entre los premios especiales, destacó la actuación del local Miguel Domínguez, reconocido como mejor salmantino de la prueba, levantando una fuerte ovación de los aficionados. El sprint especial fue para Mateu Estelrich, que mostró gran explosividad en los tramos decisivos.
La contrarreloj, que recorrió enclaves emblemáticos de la ciudad, dejó imágenes inolvidables al paso del pelotón, antes de culminar en la Plaza Mayor. Una combinación perfecta de deporte, historia y patrimonio que convirtió la clausura de la Vuelta en un auténtico espectáculo.
Con esta brillante edición, la Vuelta a Salamanca reafirma su condición de escaparate deportivo y turístico, atrayendo a corredores de gran nivel y acercando el ciclismo a miles de aficionados.