La reanudación literaria (la rentrée, si le gusta más el galicismo) ha hecho coincidir en las librerías los nuevos libros de Gabriel Janer Manila, Antonia Vicens y Antoni Vidal Ferrando. Los tres tienen en común que son miembros de la misma generación y que son mallorquines, pero sobre todo, tres grandes autores de la literatura catalana actual.
Estos nuevos libros lo corroboran. Coge tu cruz (Labreu), de Antonia Vicens, es –como sugiere la resonancia evangélica del título– una impresionante meditación sobre la muerte, la propia y la de los demás, que de hecho Vicens ya desarrolla desde su primer libro de poemas, Lovely, una elegía en la muerte de su padre. En Entre dos oscuras (título que describe cómo vivimos todos: entre la oscuridad de antes de nacer y la de después de morir), publicado por Proa, Antoni Vidal Ferrando descarga un imponente golpe sobre la mesa ante nuestro mundo en descomposición, un tiempo de criminales y de cínicos en los que cualquier esperanza parece haber sido efectivamente abandonada. Por su parte, Gabriel Janer Manila narra, en la novela Galería de soledades (Nueva Editorial Moll), otra decadencia: la de un viejo butifarra de Palma que vive solo en un caserón habitado por los fantasmas de las mujeres de la familia, una vez su esposa le ha abandonado porque se ha hecho amante del obispo de la diócesis. Lo que de verdad retrata el novelista es la sociedad mallorquina actual, un paisaje moral devastado: oligarcas rusos, traficantes de drogas, hoteleros desaprensivos, políticos corruptos e ignorantes, y un largo etcétera de formas de la infamia, con el mismo tono pícaro y clarividente de la criada Dovima. Janer Manila ha dejado caer que ésta podría ser su última obra de ficción, y bien mirado, enfocarse del muerto y de quien vela es una excelente manera de bajar el telón.
Por si todo esto fuera poco, acaba de publicarse también Mientras me reste una hebra de aliento, la biografía que la estudiosa y doctora en filología Pilar Arnau i Segarra ha escrito sobre Josep M. Llompart, uno de los poetas más importantes de la generación de los cincuenta y también un activista de piedra picada por la lengua, la cultura y la nación catalanas en tiempos del franquismo y después, de quien este año se conmemora el centenario del nace. Pilar Arnau ha llevado a cabo una labor minuciosa y apasionada, que da como resultado un libro que en adelante constituye un hito, una referencia indispensable para el conocimiento de Llompart, su obra y su tiempo.
Cada uno de estos libros merece lecturas y comentarios extensos y en profundidad, y evidentemente el propósito de este artículo no va más allá de dar noticia e invitarle vivamente a su lectura. El artículo va también contra el vicio, feo y cada día más extendido, de mirar la literatura catalana por comunidades autónomas. Es lo que acabas de hacer aquí, me puede decir alguien. No, voy a insistir. Lo que he intentado hacer es dedicar un artículo a cuatro libros, y sobre todo a cuatro autores, de primerísima línea en la literatura catalana de nuestros días.