Es una transformación que resultaría sorprendente pero con una explicación muy sencilla. 3I/ATLAS es un cometa de unos 11 kilómetros de diámetro que fue observado por primera vez en julio. No hubo que esperar mucho tiempo para descubrir su auténtico origen.
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Por su velocidad y trayectoria, se entendió que 3I/ATLAS es un objeto interestelar. Es decir, se originó más allá del Sistema Solar. Fue expulsado de una estrella lejana y se ha planteado que, seguramente sea mucho más viejo que el Sistema Solar.
Las nuevas imágenes del cometa interestelar 3I/ATLAS desvelan que se podría volver verde.
El próximo 29 de octubre, alcanzará su distancia mínima al Sol. A medida que se acerca, su superficie recibe más radiación y provoca que más hielo, gas y polvo sean expulsados de su núcleo. Como cualquier cometa, ha comenzado a formar su cola.
El 7 de septiembre, dos astrofotógrafos (Michael Jäger y Gerald Rhemann) tomaron nuevas imágenes del cometa desde Namibia. Aprovecharon el eclipse lunar total y cielos todavía más oscuros para observar 3I/ATLAS y vieron un llamativo tono esmeralda.
Esas imágenes sugieren que la aproximación al Sol ha hecho que el cometa se vuelva verde por la expulsión de compuestos químicos menos frecuentes. Sin embargo, todavía es pronto para asegurarlo, porque ningún otro fotógrafo u observatorio ha detectado este cambio.
¿Qué significa el color verde?
No es la primera vez que se observa un cometa con tonos verdes. En los últimos años ha habido diferentes ejemplos. Sin ir más lejos, el cometa 12P/Pons-Brooks se volvió verde al acercarse al Sol en 2024, y solo es un ejemplo.
Normalmente, el verde se produce por la presencia de dicarbono en las nubes de hielo y gas que rodean a los cometas al acercarse al Sol. Esas nubes de gas y hielo son conocidas como comas. El dicarbono también es conocido como carbono diatómico.
Es una forma del carbono donde dos átomos están unidos. Normalmente, el carbono existe como átomos solitarios o siendo parte de estructuras más grandes, como los diamantes. Hasta ahora, las observaciones del espectro de luz de este cometa interestelar no mostraban dicarbono en la coma.
El cometa 3I/ATLAS observado por el telescopio Gemini South.
Crédito: International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURA/Shadow the Scientist
Sin embargo, es posible que simplemente estuviese oculto bajo el hielo que, desde entonces, se ha fundido. Hay diferentes posibilidades para explicar ese brillo verde, como una composición que no nos sea familiar que imite los colores clásicos.
El verde se produce por la presencia de dicarbono en las nubes de hielo y gas que rodean a los cometas al acercarse al Sol.
Por ello, será necesario tomar más imágenes y realizar más observaciones durante las próximas semanas para analizar su evolución. Las malas noticias son que no tardará mucho en desaparecer de nuestra visión.
Porque 3I/ATLAS pasará cerca del Sol en el extremo opuesto respecto a la Tierra. Tardará meses en volver a aparecer, antes de alcanzar su punto más cercano a la Tierra, en diciembre. Aunque ya se está planteando estudiarlo con otras naves (como las misiones desplegadas en la órbita de Marte).
Un cometa que no será visible a simple vista… pero hay una sorpresa
3I/ATLAS no llegará a ser visible a simple vista desde la Tierra. O, al menos, presumiblemente. Es difícil predecir hasta dónde puede llegar el aumento de brillo de un cometa y quizá nos llevemos una sorpresa agradable.
En este sentido, hay que destacar que, recientemente, se ha descubierto un cometa, llamado C/2025 A6 (Lemmon) que podría ser visible a simple vista hacia el 20 de octubre. Aunque en principio solo se espera que sea así bajo cielos con muy poca contaminación lumínica.
Lo que sí parece probable es que sea un buen objeto para observarse con prismáticos o pequeños telescopios. Además, parece que es un cometa que debió visitar nuestro entorno hace unos 1350 años y su próxima visita será algo más rápida.
En abril, pasó cerca de Júpiter. Lo suficiente como para alterar su órbita y reducirla en torno a unos 200 años. El cometa será visible en el firmamento tras el atardecer. No será sencillo de observar, por su cercanía al horizonte, pero valdrá la pena.
Se ha descubierto un cometa, llamado C/2025 A6 (Lemmon) que podría ser visible a simple vista hacia el 20 de octubre.
Tanto 3I/ATLAS como A6 (Lemmon) son dos ejemplos de lo interesantes que son los cometas. Desde el punto de vista de la observación, son objetos que a veces nos dejan grandes sorpresas en forma de espectáculo en el firmamento.
Pero también nos cuentan historias. El primero, de una región distante de la galaxia, que solo podemos estudiar gracias a su visita. El segundo, de nuestro propio Sistema Solar y su pasado. Por eso, el estudio de asteroides y cometas es tan interesante e importante.