Isabel Virumbrales

Domingo, 21 de septiembre 2025, 23:23

| Actualizado 23:29h.

El día de San Mateo es el típico de vermú, comida, café y toros. Además, con el astro fresco y la amenaza de lluvia, La Ribera era uno de esos lugares en los que no había peligro de suspensión. Con todo, hubo quien se preguntaba dónde estaba la marabunta que merodeaba en los alrededores del coso logroñés minutos antes de la corrida. En su mayoría el público estaba en los tendidos más económicos, los de sol, que se llenaron. El millar de jóvenes que sacaron el abono de menores de veinticinco años también se hizo sentir, en especial en la salida de los toreros a los que paraban para inmortalizarlos con sus móviles y subirlo a redes.

Diego San Román saludó de rodillas al primero de la tarde. Una vez de pie lanceó por verónicas y también de frente y por detrás. El de Fuente Ymbro salió suelto y en el inicio del galleo por chicuelinas el toro miró a toriles. No hubo nada destacable en el caballo. El mexicano rubricó un quite por gaoneras muy animosas. Una vez concluido el tercio de banderillas, San Román brindó al público. A continuación, se echó de rodillas y con el primer cambiado por la espalda el astado cogió carrerilla y fue directo a la puerta de toriles. El joven espada es un torero poderoso que llevó muy obligado y tapado al astado que tenía nobleza, pero poca fuerza. La faena, con altibajos, tuvo algún desarme y fue rematada con una estocada hasta los gavilanes. El palco, que intentó remolonear con la concesión de trofeos, acabó siendo justo y sacó el pañuelo blanco para inaugurar el marcador de premios de esta feria.

Salió sin mucho celo, y marcando defecto en la vista, el cuarto capítulo de la tarde y apenas se lució con el capote Diego San Román. El astado puso de manifiesto su querencia a tablas en varias ocasiones e incluso arrolló al subalterno Pablo Gallego que se encargaba de la lidia. Solos en el ruedo el coletudo y el toro tocó mantener al animal fijo en el engaño. Y en esas estuvo San Román, ofreciendo la muleta plana y dejándola puesta para poder armar las series. Valerosa actuación que, tras una estocada en lo alto, recibió un apéndice como premio.

  • Plaza.

    La Ribera, Logroño

    Primera de abono.

    Con casi media plaza, se lidiaron toros de Fuente Ymbro

    Diego San Román,

    de rosa palo y oro, oreja y oreja

    Fabio Jiménez,

    de sangre y oro, silencio y silencio

    Aarón Palacio,
    La Ribera, Logroño

Una tímida ovación sirvió de reconocimiento para recibir a Fabio Jiménez, el diestro alfareño al que se le tuvo hacer eterna la salida de su primer toro en Logroño. El animal, que escuchó palmas de salida, soseó en el capote, pero fue con brío al encuentro con el caballo e incluso empujó con un pitón. En banderillas se puso la cosa un poco cuesta arriba y hubo varias pasadas. Jiménez compuso la figura, buscó el toreo con un animal que fue lo que mostró de salida: la nada más absoluta. La disposición del coletudo fue intachable y, de hecho, recetó un ramillete de naturales muy asentados, profundos y con mucho mando. Se le atragantó la espada.

Tampoco le permitió lucirse de capote el segundo de lote, quinto de la lidia, a Fabio Jiménez. En el tercio de banderillas destacó ‘El Víctor’ con los palos. El toro solo quería irse y Jiménez acabó sujetándolo entre las dos rayas. El de Alfaro recetó suavidad en todos y cada uno de los cites. El toreo con la mano izquierda fue sublime, templado. Faltó un buen remate con la tizona y sonó un aviso. Buenas maneras y toreo bueno en la actuación del riojano que no tuvo fortuna con su lote.

Unas leves protestas escuchó el tercero en su salida. Aarón Palacio, que el día anterior abrió la puerta de Los Cónsules, se gustó por verónicas en los lances de recibo. Palacio salió a por todas y, después de un quite del director de lidia, se fue a los medios a brindar su actuación a La Ribera. El de Fuente Ymbro acudió pronto a los cites y el aragonés no se dejó nada en el tintero. Estuvo entregado de principio a fin, ayudando en su embestida a un astado al que le costaba salir del engaño. Colocó el acero casi entero un poco caído. Tal era su convicción de que el animal iba a doblar que se fue a hacia él y este le propinó una volverá de la que salió con el rostro magullado y ensangrentado. Paseó una oreja.

Con el cierraplaza se lució con el capote: comenzó con unos faroles de rodillas en el tercio para, a continuación, proseguir por verónicas. Mariano Ruiz estuvo presto al quite con el picador que guardaba la puerta y en banderillas destacó ‘Mambrú’. Después el torero de Biota se puso de rodillas para dar comienzo al trasteo. Cuajó una actuación muy solvente por ambos pitones. La faena tuvo tal intensidad que La Ribera se puso en pie. La frescura del recién doctorado y su firmeza calaron con fuerza en el público que pidió con mucha fuerza los dos trofeos. Aarón Palacio salió por la puerta grande y se llevó, además de los trofeos, el favor del público de La Ribera.

¡Qué vienen los jóvenes!

La juventud tomó La Ribera en la apertura de la feria de San Mateo. No sólo la terna actuante, sino el millar de abonados menores de veinticinco años que ocuparon su localidad en el coso logroñés. Tanto en la entrada como en la salida de los toreros ahí estaba la chavalería que, con total normalidad, dice sí a los toros. Esta nueva remesa de aficionados es tremendamente afortunada porque están viviendo un momento único en la historia del toreo. Por un lado, admiran a diestros consagrados como Morante de la Puebla y Urdiales. Y por otro, se emocionan con la sed de triunfo de espadas como Aarón Palacio, que a sus veinte añitos tomaba la alternativa el pasado sábado abriendo la Puerta de los Cónsules de Nimes, en Francia, y ayer hizo lo mismo con la puerta grande de La Ribera.

Comenta

Reporta un error

Límite de sesiones alcanzadas

El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.

Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Volver a intentar

Sesión cerrada

Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.

Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¿Tienes una suscripción?