La Festa da Bicicleta congregó ayer a más de 500 personas en Moaña. Familias enteras, con un gran protagonismo de los niños, aprovecharon que salió el sol en la mañana del domingo para tomar las calles del centro urbano, robando espacio a los coches.

Salieron del entorno de la Praza de Abastos, con tres bicis adaptadas para personas con discapacidad liderando la salida. El paseo dominical sobre dos ruedas pasó por Concepción Arenal, la rotonda de Salitre, la Avenida da Xunqueira y el entorno de la antigua isla de Samertolaméu. Los ciclistas emprendieron después el camino de regreso entrando en el casco urbano por Ramón Cabanillas para llegar al punto de partida. La ruta ciclista duró algo más de una hora en una mañana cargada de actividades en Moaña.