Buena parte de Italia se ha parado este lunes por los efectos de una huelga general en solidaridad con Gaza, “contra el genocidio” del pueblo palestino y en apoyo de la Global Sumud Flotilla, que también partió de puertos italianos y se unió a la expedición que zarpó de Barcelona. Además, exigen al Gobierno de Giorgia Meloni, que no reconoce el Estado palestino, que interrumpa sus relaciones con Israel.
El paro ha sido convocado por la Unión de Sindicatos de Base (USB) —que no es una de las centrales mayoritarias, pero que tiene especial presencia en algunos sectores— y ha contado con el apoyo de colectivos de estudiantes, tanto universitarios como escolares, y docentes. De hecho, lo más significativo en las manifestaciones convocadas en 81 ciudades italianas, a las que han acudido miles de personas, ha sido el protagonismo de jóvenes de colegios e institutos, que han abandonado las clases para sumarse a las movilizaciones. El paro ha afectado a puertos, transportes ―salvo los aeropuertos, que han quedado fuera de la convocatoria―, educación, sanidad, logística y bomberos. Sigue a otro de cuatro horas, también en defensa de Gaza, ya organizado el pasado viernes por el primer sindicato italiano, CGIL.
La jornada de paro de 24 horas se inspiraba en las recientes protestas en Francia y su lema “bloquear todo”, algo que a mediodía se había conseguido en parte. La concentración celebrada en Roma, que para las autoridades ha reunido 20.000 personas y, según los organizadores, 100.000, ha bloqueado a mediodía los accesos a la estación de Termini. Se ha originado una gran caos con ola multitud de viajeros y turistas que pretendían acceder a la estación.
En todas las grandes capitales el seguimiento de la huelga en los trabajadores de transportes ha paralizado de forma desigual los autobuses, trenes y metro a nivel local. En Roma y Nápoles, por ejemplo, el metro ha funcionado con regularidad y en Milán se ha interrumpido el servicio en una línea. En la estación central de Milán se han producido retrasos de hasta dos horas en los trenes. En Toscana, un grupo ha cortado la autopista Firenze-Pisa-Livorno.
El ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, ha asegurado que la adhesión en este sector está “por debajo del 7%”, y que solo un tren de alta velocidad se ha suspendido, mientras que el transporte regional se ha visto afectado en un 25%.
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La incidencia ha sido especialmente reseñable en los puertos, donde USB es más fuerte, y que se ha involucrado en la organización de la flotilla que navega rumbo a Gaza. Ha quedado bloqueado el puerto de Génova, de donde partieron las embarcaciones italianas con 200 toneladas de víveres donadas por ciudadanos, y también el de Marghera, en Venecia. También hay protestas en los de Trieste, Ancona y Civitavecchia, cerca de Roma, además de Ravenna, donde los trabajadores portuarios bloquearon hace unos días dos contenedores que iban rumbo a Israel.
Manifestación de estudiantes en solidaridad con Gaza en Turín, este lunes.TINO ROMANO (EFE)