Pablo Avanzas Fernández es director del área de gestión clínica del Corazón del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)
Media hora diaria de ejercicio físico prolonga la vida de una persona, sostienen los promotores de la Carrera HUCA «Muévete por la salud», que se celebra el próximo día 28, domingo. Sin embargo, el 80 por ciento de los adolescentes y el 30 por ciento de los adultos no cumple con estas directrices.
El ejercicio ayuda a prevenir el aumento excesivo de peso y a mantener el peso perdido. Cuando realizas una actividad física, quemas calorías. Cuanto más intensa sea la actividad, más calorías quemarás. Ir al gimnasio con regularidad es estupendo, pero no te preocupes si no tienes mucho tiempo para hacer ejercicio todos los días.
Cualquier cantidad de actividad es mejor que ninguna, atestiguan expertos de todo el mundo y difuden con notable precisión los médicos e investigadores de la Clínica Mayo (Estados Unidos). Para conseguir los beneficios del ejercicio, sólo tienes que estar más activo a lo largo del día. Por ejemplo, sube por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor. O acelera el ritmo al que haces tus tareas domésticas. La constancia es clave.
¿Te preocupan las enfermedades cardíacas? ¿Quieres prevenir la presión arterial alta? Independientemente de tu peso actual, mantenerse activo aumenta el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) –el colesterol «bueno»– y reduce los triglicéridos, que no son saludables. Esta combinación reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
El ejercicio regular ayuda a prevenir o controlar muchos problemas de salud y preocupaciones, incluidos accidente cerebrovascular, síndrome metabólico, presión arterial alta, diabetes tipo 2, depresión, ansiedad, muchos tipos de cáncer, artritis, caídas. También puede ayudar a mejorar la función cognitiva y contribuye a reducir el riesgo de muerte por todas las causas (disminución del 30 por ciento, no hay medicina más barata).
¿Necesitas levantar el ánimo? ¿O aliviar la tensión después de un día estresante? Una sesión de gimnasia o un paseo a ritmo ligero pueden ayudar. La actividad física estimula muchas sustancias químicas cerebrales que pueden hacerte sentir más feliz, más relajado y menos ansioso. También es posible que te sientas mejor con tu aspecto y contigo mismo cuando haces ejercicio con regularidad, lo que puede aumentar tu confianza y mejorar tu autoestima.
¿Te agota hacer la compra o las tareas domésticas? La actividad física regular puede mejorar la fuerza muscular y aumentar la resistencia. El ejercicio envía oxígeno y nutrientes a los tejidos y ayuda a que el sistema cardiovascular funcione con mayor eficacia. Cuando la salud del corazón y los pulmones mejora, hay más energía para realizar las tareas cotidianas.
¿Te cuesta dormir? La actividad física regular te ayuda a quedarte dormido más rápido, a dormir mejor y más profundamente. Simplemente no hagas ejercicio demasiado cerca de la hora de acostarte, porque podrías tener demasiada energía como para irte a dormir.
¿Te sientes demasiado cansado o en mal estado físico para disfrutar de las relaciones sexuales? La actividad regular puede mejorar los niveles de energía y darte más confianza en tu aspecto físico, lo que puede potenciar tu vida sexual.
El ejercicio y la actividad física pueden ser divertidos. Te dan la oportunidad de desconectarte, disfrutar del aire libre o simplemente realizar actividades que te hacen feliz. La actividad física también puede ayudarte a conectar con la familia o los amigos en un entorno social divertido.
Así que: inscríbete a clases de baile, sal a hacer senderismo, únete a un equipo de fútbol… Encuentra una actividad física que te guste y hazla. ¿Te aburres? Prueba algo nuevo o haz algo con los amigos o la familia.
Se recomienda que los adultos de todas las edades se esfuercen en realizar entre 150 y 300 minutos por semana de actividad física de intensidad moderada o entre 75 y 150 minutos por semana de actividad aeróbica vigorosa (o una combinación equivalente para reducir la mortalidad por cualquier causa, la mortalidad cardiovascular y la morbilidad).
Se recomienda a los adultos que no puedan realizar 150 minutos por semana de actividad física moderada que se mantengan tan activos como su capacidad y su estado de salud les permitan.
Se recomienda la práctica de ejercicio de fuerza, además del aeróbico, dos o más días por semana, para reducir la mortalidad por cualquier causa.
Y, para concluir, se aconseja reducir el tiempo de sedentarismo a favor de una actividad al menos ligera durante el día para reducir la mortalidad por cualquier causa y la mortalidad y la morbilidad cardiovasculares.
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