Los directores vascos de films como La trinchera infinita (2019) jugaron de locales y estrenaron su más reciente largometraje en la sección principal del festival.
Violeta Kovacsics, desde San Sebastián
Publicada el 22/09/2025
Maspalomas (España/2025): Dirección: Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi. Elenco: Jose Ramon Soroiz, Nagore Aranburu y Kandido Uranga. Guion: Jose Mari Goenaga. Fotografía: Javier Agirre. Edición: Maialen Sarasua. Música: Aránzazu Calleja. Duración: 115 minutos. Estreno mundial en la Competencia Oficial.
Al comienzo de Maspalomas, la cámara sigue a Vicente (Jose Ramon Soroiz) por el paisaje asalvajado de una playa. Con él, de pelo teñido y bigotito, vamos descubriendo el lugar, propicio para los encuentros sexuales de un grupo de hombres. Todo es luminoso y festivo; de hecho, el recorrido no solo desvela los placeres carnales sino el hedonismo de Maspalomas: la playa es como una gran discoteca.
De la fiesta bajo el sol pasamos a la penumbra de los pasillos de un local donde discurren diversos encuentros que la cámara filma con la misma curiosidad que tiene el protagonista.
Hasta aquí, esto podría ser una derivada de El desconocido del lago, del francés Alain Guiraudie; solo que Maspalomas no va a tratar tanto de los espacios de libertad para las sexualidades disidentes, sino de su reverso. Vicente, que tiene 76 años, sufre un contratiempo de salud, y del sol, la playa y el libertinaje, pasamos por corte a las estancias de una residencia.
Del hombre rejuvenecido por el tinte y la ropa ligera, pasamos a un rostro envejecido por las canas. Esto sucede nada más comenzar, así que claramente Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi quieren concentrarse en ese reverso.
En la residencia, Vicente padecerá la opresión de una estructura social que le obliga a esconder su homosexualidad. La audacia del comienzo, con un tránsito de lo cálido a lo frío, de lo libre a lo constrictivo, contrasta con un cierto costumbrismo de la parte central, en la que no faltan los comentarios sobre temas de actualidad.