Alejandro Luna
22/09/2025
Por muy llamativa e inquietante que sea la estadística, a Matías Almeyda no le quitan el sueño los partidos del Sevilla FC en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Al menos, así lo ha manifestado en la previa del duelo de este martes ante el Villarreal de Marcelino García Toral.
“Vamos en el camino del cambio. En el último partido de local lo hicimos bien, aunque no ganamos. Vamos con la intención de lograr un triunfo de local. El buen juego, la entrega, el compañerismo… una cosa lleva la otra. Lograremos jugar igual fuera que en casa. Es un tema que no me preocupa”, decía ante los medios antes de apuntar que “los jugadores han sido inteligentes en la interpretación de lo que queremos. Más o menos gente atrás, nada es seguro. Trabajamos como el equipo. El equipo va de menos a más y eso nos da confianza y esperanza. Hemos encontrado una forma y hay que profundizarla. Cada uno de los que juega aporta lo suyo. Los triunfos dan confianza y seguridad. Cuando jugamos bien, se destaca el equipo. Más allá de quién juegue, tiene que hacerlo de la misma manera”.
Lógicamente, contar con el favor de la grada ayudaría a dejar en casa los puntos en juego. «Si el equipo está bien, se esfuerza, juega con respeto a la historia del club, seguramente la gente le dé esa cuota de confianza. Hay que convencerles de que entre todos podemos salir adelante e ir a por mucho más. En el último partido la gente apoyó muchísimo, se sintió», asegura al respecto.
Una grada que tendrá delante dentro de unas horas a uno de los llamados a pelear por la Liga de Campeones un curso más. «El Villarreal está armado para jugar otros torneos, con una gran inversión, un buen entrenador y grandísimos futbolistas. Viene de arriba, pero LaLiga es difícil, como se ha visto este último fin de semana. Eso enriquece a cualquier torneo. Once contra once todo puede pasar. Respetamos al rival, pero queremos seguir sumando», recalcaba al ser cuestionado por el cuadro amarillo.
Por último, sin querer mojarse sobre quién deba ganar el Balón de Oro, daba su versión de los que comparan su trabajo en el Sevilla con lo hecho en su estancia mexicana en el Chivas. «Allí se juega solo con futbolistas mexicanos y nosotros llegamos en un momento muy parecido al de aquí, se hablaba de que era de los peores de la historia y consiguió siete finales en dos años y medio y ganó cinco. Logró la Concachampions, como la Champions de aquí. Le di un salto de calidad a mi carrera porque llegué como un desconocido. Fue tiempo, trabajo y un grupo de jugadores que entrené que lo daban todo. Estoy viendo aquí cosas parecidas, como en Atenas. Necesito tiempo pero depende mucho del día a día, no siempre se garantiza», rubricaba el míster argentino del Sevilla FC.