22/09/2025 – 17:38 Actualizado: 22/09/2025 – 18:43
Ucrania lleva más de una década sin su único submarino, el navío de la clase Foxtrot Zaporizhzhia, antiguamente de la Marina Soviética y capturado por Rusia durante su anexión ilegal de la península de Crimea en 2014. Ahora, Kiev ha presentado sus nuevos Toloka, tres submarinos sin tripulación que incluyen el T‑1000, un leviatán capaz de transportar cinco toneladas de carga en travesías de larga distancia.
Estos nuevos submarinos serán clave para hundir más barcos rusos, defender sus costas y, sobre todo, completar el gran objetivo que se le resiste a Ucrania: destruir el puente de Crimea. Un impacto ahí aislaría la península y abriría una ventana para contraatacar.
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¿Qué son los Toloka?
Según Kyiv Independent, los Toloka aparecieron en público por primera vez en la exposición Defense Tech Valley 2025 en Leópolis, la semana pasada, con “tres variantes capaces de golpear objetivos hasta 2.000 kilómetros”. El Estado Mayor ucraniano dice que «las Fuerzas Armadas de Ucrania recibirán pronto una serie de nuevos sistemas, incluidos drones, embarcaciones no tripuladas, complejos robóticos terrestres y equipos de guerra electrónica”. En febrero, la Presidencia introdujo el programa, apuntando a su capacidad para atacar “buques, puertos y objetivos estratégicos rusos”.
El primer Toloka es el modelo pequeño, pensado para deslizarse “apenas por debajo de la superficie” con propulsión eléctrica para evitar la detección y penetrar defensas. Esa combinación sirve para reconocimiento y golpes quirúrgicos en radares, fondeaderos y accesos vigilados, donde el sigilo manda y un perfil bajo marca la diferencia entre entrar o quedarse fuera.
Por encima, el TLK‑400 aporta más alcance y masa ofensiva. Llega a 1.200 km con una carga útil de hasta 500 kg y una autonomía de hasta 60 días. Su profundidad operativa es de hasta 300 metros, con un diámetro del casco de unos 400 mm y longitud de 12 metros. La propulsión es híbrida con cuatro motores eléctricos y un motor de combustión. Esto significa que podrá realizar semanas de patrulla para minar accesos, captar comunicaciones y golpear infraestructura de valor medio lejos del frente.
El Toloka T-1000.
El T‑1000 es el modelo que puede destruir el puente. Es capaz de transportar hasta cinco toneladas a distancias de hasta 2.000 km, con autonomía de hasta 60 días y una profundidad operativa de hasta 300 metros gracias (modelo casco compuesto) o 30 metros (casco metálico). El diámetro del casco de alrededor de 1,5 metros y su longitud de unos 12 metros. Tiene propulsión híbrida con cuatro motores eléctricos y un motor de combustión, navegación GNSS y AI‑INS con DVL, guiado con cámara térmica y óptica y búsqueda de fuentes RF. Está equipado con ‘cuatro redes neuronales integradas (IA)’ que controlan la electrónica óptica, térmica, acústica e inercial, para planificar y ejecutar misiones de forma autónoma.
El Toloka T-1000. Misiones complementarias
Los tres tamaños cubren misiones complementarias. El submarino pequeño entra y observa sin ser visto y golpea cuando conviene. El mediano cruza el mar con media tonelada, tiende minas, actúa de repetidor y espera días a que se presente el blanco. El grande combina cinco toneladas de carga con cámaras, sensor térmico, sensor acústico y navegación inercial con correcciones por satélite para llegar al punto exacto incluso cuando se queda sin señal.
El puente de Crimea es el blanco evidente. En junio el Servicio de Seguridad de Ucrania llevó a cabo su tercer ataque pero no sabemos los daños exactos en la estructura submarina. El hecho es que el puente sigue operativo. Estas máquinas pueden ser la llave para destruirlo de una vez por todas.
Ucrania lleva más de una década sin su único submarino, el navío de la clase Foxtrot Zaporizhzhia, antiguamente de la Marina Soviética y capturado por Rusia durante su anexión ilegal de la península de Crimea en 2014. Ahora, Kiev ha presentado sus nuevos Toloka, tres submarinos sin tripulación que incluyen el T‑1000, un leviatán capaz de transportar cinco toneladas de carga en travesías de larga distancia.