Lunes, 22 de septiembre 2025, 18:48

| Actualizado 18:54h.

Tras el final de la exposición permanente en marzo, este lunes por la noche concluye la última muestra temporal en el Centro Pompidou. Centenares de visitantes han acudido al museo parisino para aprovechar las últimas horas en que se puede ver una exposición sobre el fotógrafo alemán Wolfgang Tillmans (Remscheid, 1968). El prestigioso centro de arte contemporáneo —un referente mundial junto con el MoMA de Nueva York— empieza a partir del martes una larga hibernación que durará hasta 2030.

El Pompidou cierra durante cinco años debido a unas ambiciosas reformas en su icónico edificio, diseñado por los arquitectos Renzo Piano, Gianfranco Franchini y Richard Rogers. Desde su inauguración en 1977, este museo ha destacado por su originalidad arquitectónica, con una fachada de cristal y una estructura con tubos metálicos como si fuera una mezcla entre un complejo industrial y una nave espacial. El precio de ello ha sido que ha envejecido con gran celeridad en menos de cinco décadas. Ahora necesita que lo reformen para solucionar los problemas de amianto, accesibilidad y seguridad, además de reducir en un 40% su consumo energético. Las obras comportarán un coste de 460 millones de euros, de los cuales el Estado financiará 280.

El cierre del museo, que recibió en 2024 hasta cinco millones de visitantes, ha sido gradual. A principios de año, clausuró su biblioteca, una de las más concurridas en París y que ha sido trasladada desde finales de agosto a otro edificio en el distrito XII (este) de la capital. Luego, cerró en marzo la exposición permanente, lo que permitió que empezaran a sacar sus 2.000 obras. Durante este verano, solo había muestras temporales. Los más incondicionales del Pompidou podrán disfrutar del edificio por última vez entre el 22 y el 25 de octubre, cuando celebrarán un festival de música y arte en su interior.

Dejará más de 4.000 obras a otros museos

La oferta cultural de la capital francesa se verá afectada de manera significativa por esta ausencia del Pompidou. También está previsto en los próximos años que hagan unas importantes obras en el Louvre, aunque no comportarán su cierre. No obstante, los responsables del centro de arte contemporáneo han previsto varias iniciativas para compensar su hibernación. Por un lado, abrirán al público en el sur de la región parisina uno de los almacenes donde guardan las inmensas reservas artísticas de esta institución, que posee hasta 150.000 obras. Por el otro, utilizarán esos fondos para organizar varias ambiciosas muestras en el Grand Palais. Ya han celebrado, fruto de esta colaboración, una sobre el arte marginal este verano y están previstas otras sobre Matisse, Niki de Saint Phalle o Jean Tinguely.

El centro seguirá repartiendo sus joyas en las numerosas sucursales que dispone fuera de París. Una de las más conocidas se encuentra en Málaga y está previsto que el año que viene abra dos de nuevas: en Bruselas y Seúl (Corea del Sur). «Prestaremos entre 4.000 y 6.000 obras cada año. Seguiremos siendo el mayor prestamista de arte en el mundo, claramente por delante del Metropolitan de Nueva York que cede unas 2.000 piezas anuales», explicó el director del museo.

Su dirección también ha explicado que aprovecharán las reformas para repensar la exposición permanente y la distribución de todo el centro. De hecho, pretende potenciar el carácter interdisciplinar de esta institución, donde puede verse arte pictórico y escultórico de los siglos XX y XXI, pero también cine, artes escénicas o escuchar música. La espera se hará larga, pero han prometido que valdrá la pena.

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