La superioridad de Remco Evenepoel en la contrarreloj del Mundial de Kigali sigue dando que hablar. A sus 25 años, el belga se colgó su tercer maillot arcoíris consecutivo en la especialidad tras una demostración implacable en la que, para sorpresa general, alcanzó en carrera al cuádruple ganador del Tour, Tadej Pogacar, que había salido dos minutos y medio antes. Una escena que ya forma parte de la memoria colectiva de este campeonato.

En medio de la celebración, fue su padre, Patrick Evenepoel, quien introdujo un matiz que puede marcar el futuro del campeón: el posible asalto al récord de la hora. “Quizá sí. No lo hemos hablado de manera directa, pero pienso que en algún momento le interesará. Es exactamente el tipo de desafío que le puede atraer”, señaló en declaraciones al diario belga Sudinfo.

Patrick dejó claro que, aunque no sea un especialista en pista, Remco tiene las condiciones para brillar en un escenario tan particular. “Es una disciplina distinta, pero cuenta con las cualidades adecuadas para lograrlo. La contrarreloj sigue siendo su terreno natural y su gran objetivo inmediato es intentar un cuarto título mundial. Más adelante, el récord de la hora podría convertirse en otra cima a conquistar”, añadió.

La idea no es nueva en el ciclismo belga. Incluso Eddy Merckx, mito eterno y autor de la legendaria tentativa de 1972, deslizó hace unos meses que un pulso entre Evenepoel y Pogacar en un velódromo sería un espectáculo irrepetible. “El esloveno es el corredor más completo y Remco tiene una aerodinámica extraordinaria. Sería fantástico verlos aceptar ese reto”, afirmó el ‘Caníbal’ en Le Soir.

El desafío no es menor: desde octubre de 2022, la plusmarca la ostenta Filippo Ganna con 56,792 kilómetros recorridos en una hora. Antes que él, nombres históricos como Coppi, Anquetil, Induráin, Rominger o Wiggins escribieron parte de su leyenda midiéndose contra el crono de los sesenta minutos.

Por ahora, Remco centra todas sus energías en la prueba en ruta del Mundial, donde volverá a figurar entre los grandes favoritos. Sin embargo, las palabras de su padre abren un horizonte sugerente: tarde o temprano, el belga podría buscar en la pista una gloria distinta a la que ya domina en carretera, añadiendo así un capítulo más a una carrera marcada por la ambición y el inconformismo.