«Parece que la Liga ha puesto a propósito a Granada en la primera jornada… Hay que coger el reloj del tiempo y volver a … entonces, aunque ahora voy con más experiencia. Es un sitio especial para mí por lo que supuso. Estoy feliz por ir a donde debuté», aseveró Ricky Rubio, de la Penya Joventut, sobre su vuelta al Palacio de Deportes 30 años después de su primer partido como profesional.

Sobre sus sensaciones al reencontrarse con los aficionados del baloncesto, el base aseguró haber recibido una buena bienvenida «allá donde he ido» a jugar con la Penya desde que volví, «pero todo puede pasar de aquí en adelante. Sea lo que sea, lo aceptaré. He aprendido en fijarme en el presente, ya veremos cómo evoluciona la temporada. Sí que espero que la gente pueda disfrutar de este deporte más allá de la rivalidad», añadió.

«El niño que fue a Granada tiene mucho que decirle al Ricky de ahora con 34 años, pero al de los 14 le diría que el perfeccionismo no existe. Que disfrute del día a día y acepte lo que tiene y lo valore, pero sin conformarse. Es algo humano y nos hace más fuertes. Esa es la principal lección de vida que aprendí en estos años», cerró.