Cruz Sánchez de Lara, colaboradora habitual de Espejo Público, ha visitado este miércoles el plató del matinal de Antena 3 para desvelar uno de los episodios más complicados de su vida: cuando tuvo que huir de su pueblo hace más de dos décadas.

Tal como ha explicado la abogada, pese a que este 24 de septiembre no sea su cumpleaños, sí fue el día que volvió a nacer, pues se trata de la jornada en la que consiguió dejar atrás las constantes amenazas y agresiones que sufría por parte de su exmarido: «Lo mío pasó en la antigua ley. Entonces, no había recursos y teníamos que inventárnoslos para protegernos».

«No he sido capaz de volver a la ciudad de la que salí«, ha destacado la colaboradora que, además, ha reconocido que solo ha regresado en ocasiones muy puntuales y siempre acompañada de protección policial y con la orden de alejamiento vigente.

Ahora, Cruz se ha propuesto regresar a ese lugar del que tuvo que salir y, además, ha señalado que quiere que este viaje le sirva como reconciliación personal y que su hijo pueda conocer el lugar del que procede su madre: «Hoy estoy aquí para prestar mi voz a las mujeres que no pueden hablar porque están ofendidas, muertas de miedo… No hace falta que te asesinen o que te aniquilen, con que te anulen y tengas ganas de estar muerta en vida… Creo que se lo debo a estas mujeres».

«Llegué a Madrid con una maleta, un niño de cuatro años y un problema muy grave que no sabía reconocer«, ha señalado la abogada que, de la misma manera, ha destacado que no ha contado este testimonio en otros platós, pese a que podría haber obtenido una gran cantidad de dinero. Asimismo, Cruz Sánchez de Lara ha agradecido la labor de Ángeles Álvarez, exdiputada y exportavoz de Igualdad del PSOE, y ha pedido disculpas a sus padres y su hijo por si su testimonio les ofendía: «Perdonadme, pero creo que se lo debo a las demás«.

«Yo he sufrido un estrés postraumático grave y al acercarme a la ciudad donde yo residía las manos me temblaban. Yo tenía muchísimo miedo. Quiero explicar la diferencia entre el miedo y el riesgo: el miedo es subjetivo; el riesgo es objetivo. Cuando una mujer tiene una orden de alejamiento, bien sea por una medida cautelar o por una condena, lo que ha valorado un juez es que existe un riesgo objetivo para su integridad (…). Y tu integridad no implica solo que te asesinen«, ha agregado la abogada.

«Si una ministra de Igualdad se pone en el Congreso de los Diputados a decir que no ha habido ninguna mujer asesinada, es que no entiende de qué va la violencia de género. Muchas mujeres que nos estén viendo hoy están sufriendo, están muertas de miedo, con sus vidas hechas una ruina y lo único que quieren es que las crean, que las dejen en paz, no quieren que condenen a sus maltratadores, no quieren ver en la cárcel a los padres de sus hijos porque tienen un sentimiento interno de culpa y un síndrome de Estocolmo. Tienen la vida hecha ciscos porque han vivido y han dormido con el terrorista que se ha adueñado de su cerebro«, ha sentenciado Cruz Sánchez de Lara.