Gael Monfils no es ajeno a las críticas y al odio que circula en redes sociales cuando los resultados no acompañan. Tras su reciente derrota en el ATP 500 de Washington ante Wu Yibing, el veterano francés de 38 años se sinceró sobre lo duro que resulta recibir ataques cuando uno está en un momento complicado.
“Puede que haga tiempo que esté acabado, que no rinda como antes, y la verdad es que yo mismo lo pienso a veces”, admitió Monfils. “Pero eso no significa que me rinda. Cada derrota me duele y me enfurece conmigo mismo. ¿Por qué hago esto? Porque amo este deporte y aunque duela, sigo aquí.”
Alcaraz y Monfils, sonrientes durante su partido / EFE
El francés confesó que, para él, el peor golpe no son las críticas externas, sino la decepción interna. “Cuando pierdo, lo que más me molesta es haber perdido yo, porque sé el esfuerzo y los sacrificios que implica estar en el circuito. Me pongo furioso conmigo mismo porque podría estar disfrutando con mi familia, pero elegí este camino y tengo que aceptarlo.”
Monfils también lamentó la falta de comprensión hacia los tenistas que atraviesan momentos bajos: “No es fácil salir a competir y saber que puedes hacerlo mal. No es un juego, es una carrera exigente. Por eso no entiendo los mensajes hirientes. A quien más duele la derrota es al propio jugador.”
Con la mirada puesta en el futuro, Monfils espera retomar la confianza en torneos como Canadá y Cincinnati, antes de llegar al US Open. “Voy a seguir trabajando con más intensidad para volver a encontrarme. Esto no ha acabado.”