La marcha de la colección de Roberto Polo del Convento de Santa Fe debe ser «un acicate» para sacar a la luz «todo el arte que hay en los sótanos del Museo de Santa Cruz». Así de claro se expresó ayer el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, sobre la posibilidad de ampliar el museo toledano a través de las instalaciones de Santa Fe, que quedarán vacías tras la finalización del acuerdo entre la Junta y Roberto Polo por el que se cedían las obras del artista en la ciudad. 

El primer edil es, por lo tanto, partidario de que las instalaciones del convento se utilicen para albergar todas las obras que actualmente se encuentran en los almacenes y no están expuestas al público en las salas del Santa Cruz. Además, Velázquez aseveró que esto no menoscaba la posibilidad de que el espacio «pueda seguir atrayendo distintas colecciones», ya que «hay muchos metros cuadrados» y ambas iniciativas podrían ser compatibles.

Considera como «una oportunidad extraordinaria» que este espacio quede libre para «recuperar todo lo que los toledanos queremos recuperar y que, en estos momentos, no podemos disfrutar».  

«Hay que ver el vaso medio lleno y hacer de la necesidad virtud», destacó el alcalde, que incidió en la importancia que tiene actualmente el Museo de Santa Cruz, «uno de los más destacados de España».