La Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y la Asociación Española de Vacunología (AEV) recomiendan la vacunación sistemática frente a la gripe de todos los niños y adolescentes de entre 6 meses y 17 años.
Pediatras, infectólogos y vacunólogos reclaman vacunación antigripal sistemática entre los 6 meses y los 17 años
Desde hace tres años, la vacuna de la gripe está financiada en la infancia, pero solo para aquellos niños entre 6 y 59 meses de edad, y en niños mayores considerados de riesgo.
Sin embargo, los expertos advierten que no se deben subestimar los efectos de la gripe. Este virus afecta, cada temporada, al 30 % – 40 % de la población infantil, genera a nivel mundial hasta 4 millones de casos graves en menores de 18 años y provoca hasta 35 000 muertes en los menores de 5 años, es decir, más fallecimientos que los que ocasiona la enfermedad meningocócica.
La situación se da también en otros países: así, datos recientes de Estados Unidos muestran un aumento de la mortalidad causada por la gripe en el grupo de 5 a 17 años comparado con años anteriores, así como un incremento de los ingresos en las UCI en el grupo de 5 a 9 años en Australia.
Un escudo para toda la comunidad
Como ha indicado el doctor Fernando Baquero, presidente de la SEIP, «tanto la incidencia y la hospitalización, como los ingresos en la UCI, apuntan a la necesidad de reforzar la vacunación en la infancia y la adolescencia». Además, «debemos tener en cuenta el importante papel como transmisores de la enfermedad que tienen los niños y niñas. Albergan el virus en grandes cantidades y su periodo de transmisión es más largo. Los adultos transmitimos la gripe un día antes y hasta cinco días después de mostrar los síntomas. Los niños lo hacen desde una semana antes y dos o tres semanas después», puntualiza el experto en infectología. «Por eso, vacunar a la infancia no solo los protege a ellos, sino que actúa como un escudo para toda la comunidad».
Medidas de alto impacto
Además de la recomendación sistemática de vacunación antigripal infantil y del adolescente, las entidades firmantes destacan que es primordial establecer estrategias de alto impacto que permitan aumentar las coberturas vacunales y proponen las siguientes:
- Formación específica de los profesionales sanitarios: establecer los canales adecuados para ello, con el fin de mejorar la calidad de la recomendación y la comunicación con las familias.
- La recomendación activa por parte del profesional sanitario: es el determinante más importante en la toma de decisión de vacunar a los niños por parte de los progenitores.
- Información a la población: las campañas tradicionales, como cartelería, no consiguen aumentar las coberturas vacunales. La difusión de la información en redes sociales, plataformas digitales, medios de comunicación y farmacias ayuda a que esta llegue a los padres y madres y alcance a colectivos vulnerables o con barrera idiomática.
- Captación activa: como ha sucedido en la inmunización frente al Virus Respiratorio Sincitial (VRS), permite conseguir notables incrementos en la cobertura al mismo tiempo que alcanza también a la población vulnerable, como los pacientes de riesgo.
- Mejorar la accesibilidad a la vacunación: es determinante ya que, al ser una vacunación de campaña estacional, requiere un esfuerzo adicional para que los colectivos accedan a la misma.
- Aumentar la aceptabilidad: disponer de una vacuna de administración intranasal ha permitido mejorar las coberturas, especialmente en aquellas que realizan vacunación escolar.
- Alineamiento de Salud Pública y sociedades científico-médicas: es importante que tanto la ciudadanía como los profesionales perciban que existe convergencia entre las recomendaciones de la autoridad sanitaria y de los profesionales sanitarios, reforzando así la confianza global en la vacunación.
- Información actualizada sobre resultados en salud de la campaña a profesionales y ciudadanía: afianzando la confianza en la vacunación y permitiendo tomar medidas correctoras.



