Con motivo de la XVII Copa Comunicación y Empresas, la Real Federación Española de Golf ha organizado un acto en Madrid con Nacho Garrido como invitado especial. A unas horas de que dé inicio la acción en Bethpage, quien fuera miembro del equipo europeo en la Ryder Cup de 1997 en Valderrama, ha repasado el pasado todo lo relacionado con esta competición.
Abrió fuego el anfitrión, Juan Guerrero-Burgos, presidente de la RFEF, que destacó la importancia de que nuestro país vuelva a albergar la Ryder en 2031 en Camiral Golf, en la provincia de Gerona. “La Ryder 2031 es una designación merecida tras otros dos intentos fallidos. Somos el primer país de Europa continental que habrá organizado dos Ryder. La de 2031 va a contribuir de forma brutal al desarrollo del golf en Cataluña y España. Estoy convencido de que será la mejor Ryder Cup de la historia”, señaló el dirigente.
Garrido también analizó el impacto que tendrá la cita en Camiral dentro de seis años: “Una semana como esta revivo la Ryder de 1997 y lo que siempre está presente es el impacto de Seve. La del 97 fue la Ryder de Seve, porque él consiguió que la trajeran, y la de Gerona será la ‘primera Ryder de España’. El peso de los jugadores españoles (11 en la historia han participado) ha hecho que podamos tener una segunda Ryder”, aseguró el golfista, que bromeó: “Sólo 11, pero como como hemos ganado tantos puntos, parece que han sido más”.
Pronóstico con doble lectura
Sobre el posible ganador de esta edición, dejó una doble lectura: “Los que juegan en casa tienen ventaja”, aseguró. “Es muy difícil luchar contra el público en una Ryder y de ahí las escasas victorias fuera de casa”, confirmó Garrido. “Deportivamente hablando, el equipo de Estados Unidos no es mejor. Europa repite prácticamente su equipo, que es muy sólido y ya sabe lo que es ganar. Si la cosa se pone tensa, creo que los jugadores sabrán qué hacer. Pero pensando con la cabeza, hay que destacar que ellos tienen al público de su lado y han preparado el campo. Los greenes van a estar preparados para ellos. Los americanos son mejores en los golpes de transición por estadística y han preparado el campo para hacer ese tipo de golpes”.
La Ryder de 1997
El golfista madrileño, habló también de su experiencia del 97: “Lo que más me impresiono es que en un deporte tan individual no me podía imaginar el ambiente de equipo que se generó. Acabas teniendo un trato especial con tus compañeros. Ahora Jesper Parnevik me saluda como a un hermano cuando nos vemos”. El efecto Seve, fue definitivo para que Europa triunfara sobre Estados Unidos: “Aquella Ryder no la habríamos ganado sin Seve. Hubo mucha tensión y él te transmitía cosas en mitad del campo que te daban una confianza que si él no te llega a decir eso concreto, tú no habrías hecho igual las cosas”.
Garrido vivió otra época, pero aplaude la evolución del evento: “No se pueden comparar épocas, antes se centraba sólo en lo deportivo y ahora se ve más como entretenimiento y los jugadores son los actores. […] La Ryder es el torneo que no quieres que acabe. La sigues entero durante los tres días, ha evolucionado a espectáculo y esto me parece bien”.