Ana Villa eligió hace tres décadas vivir alejada de los focos tras la muerte del que fuera su pareja, Antonio Flores. Ese 30 de mayo de 1995 supuso un durísimo golpe para toda la familia Flores, pero especialmente para Ana Villa, que veía cómo su hija, Alba Flores, que en ese momento tenía tan solo 8 años, perdía a su padre. Esta semana, ha hecho una excepción en su discreta vida y ha posado junto a su hija y el resto del clan Flores en la alfombra roja del Festival de San Sebastián, donde Alba Flores ha presentado Flores para Antonio, un documental en el que rinde homenaje a la figura de su padre.

Ana Villa junto a su hija Alba Flores y el resto de la familia Flores en San Sebastián.
Carlos Alvarez/Getty Images
La pérdida de Antonio Flores dejó con el corazón roto a toda su familia. «A mí se me ha muerto mucho más que el padre de mi hija: Antonio era el único hombre con el que he compartido mi vida. Claro que seguía enamorada de Antonio. Le quería por encima de todo. Nunca dejé de quererle», decía Ana Villa en 2018 cuando acompañó a su hija durante una entrevista con Vanity Fair. Fue entonces cuando Ana se dedicó en cuerpo y alma a su hija, que siente adoración por su progenitora. «Sin ella no soy nada. Siento que la tengo que cuidar, creo que a ella la peli le duele más que a mí«, decía Alba Flores en El País con motivo del estreno del documental.
“Desde el principio tuve claro que este documental tenía que ser también un homenaje a mi madre, que se conociera su punto de vista. ¿Y sabes qué me ha pasado? Que me he enamorado de ellos como pareja. O sea, cuando los veo juntos digo, qué guapos, qué sexis, qué interesantes”, añadía la actriz.