Un western de Stanley Kubrick que acabó siendo dirigido por Marlon Brando merecía un estreno por todo lo alto. Incluso a pesar de que la película no fuese mucho más que los factores que, a priori, la hacían memorable. Por eso, El rostro impenetrable fue el último largometraje en gozar de una distribución en formato VistaVision. Hasta ahora: Una batalla tras otra recupera, casi 65 años después, las ocho perforaciones, aunque no esperes disfrutar de ellas en España.
En redes sociales, la campaña de promoción de Una batalla tras otra ha compartido un mensaje de su director, Paul Thomas Anderson, en el que anuncia que tres cines, en Londres, Los Ángeles y Nueva York, proyectarán Una batalla tras otra en VistaVision. Menos exclusivas son las otras dos opciones que Paul Thomas Anderson propone: IMAX 70 mm de 15 perforaciones y 70mm estándar de 5 perforaciones.
¿Qué es el VistaVision?
La televisión empujó al cine hacia nuevos territorios, como el 3D, el Cinerama o el que nos ocupa, el de ocho perforaciones o VistaVision. Cinerama imbuyó a los grandes estudios en la fiebre del panorámico, pero la Paramount decidió remar en solitario, en lugar de presentar una versión más o menos mimética de la técnica desarrollada por Fred Waller.
A grandes rasgos, hicieron lo siguiente: rescatar una cámara de los años 20 que exponía dos fotogramas separados por filtros de color, romper dicha división, tumbar la cámara para filmar de manera horizontal y equiparla con un objetivo moderno. Cada fotograma tenía ocho perforaciones dispuestas de manera transversal, y que servían como base para que la película se desplazase a través de los mecanismos de la cámara.
En el caso de VistaVision, la colocación de las perforaciones ensanchaba significativamente el fotograma, al tiempo que el grano se diluía para que las imágenes resultantes, proyectadas en formato panorámico, se apreciasen con la mayor claridad posible. Michael Curtiz (Casablanca) estrenó VistaVision con la comedia Navidades blancas, cuyo legado es poco más que este: el de inaugurar un formato en el que se rodarían Los diez mandamientos, Atrapa a un ladrón, El hombre que sabía demasiado o Vértigo.
A partir de los 60, Paramount sustituyó el VistaVision por otros formatos, para entonces, más avanzados y nítidos, como PanaVision, aunque no dejara de emplearse de manera circunstancial en algunas películas, sobre todo en secciones en las que fuesen a introducirse efectos visuales.
The Brutalist, por ejemplo, fue rodada parcialmente en VistaVision, pero estas secuencias más tarde se pasaron a un formato de cinco perforaciones. El título, en ningún caso, gozó de una distribución específica en VistaVision, como sí disfrutará Una batalla tras otra.