Hoy da comienzo la 45.ª edición de la Ryder Cup en el mítico recorrido Bethpage Black de Nueva York, escenario que se dispone a vivir tres jornadas de tensión dramática entre Europa y Estados Unidos. Tras la ceremonia inaugural adelantada y una jornada de … prácticas marcada por la incertidumbre meteorológico, todos los focos apuntan hacia Jon Rahm, la gran figura española y columna del equipo europeo, cuya voz no ha dejado de escucharse hoy en Nueva York.
«Es un honor. Aunque sea mi cuarta vez, cada una es igual de especial. ¡Es tan divertido ser parte de este equipo; me honra tanto! Me llena de tanto orgullo que ojalá pueda seguir haciéndolo muchos años», declaró el vizcaíno sabedor del peso que recae en sus hombros.
Europa llega como vigente campeona, tras la victoria contundente en Roma (16,5-11,5) hace dos años, por lo que con catorce puntos que sume logrará retener el trofeo. Se esperan decenas de miles de aficionados en las gradas, con fervor local, cánticos, presión psicológica y espectáculos en la grada épicos en cada hoyo.
Ya se habla de que los visitantes (europeos) deberán soportar un ‘infierno’ de público en favor de los locales, algo que Rahm vive haciendo un símil futbolístico: «Esta es la única semana que nos sentimos como figuras de fútbol; lo digo en términos como cuando mi Athletic va a Anoeta, cuando Real Madrid va al Camp Nou o el Barça al Bernabéu. Tienen esa lucha, sintiendo al público en contra. Y como jugadores de golf, en un deporte individual, no se suele vivir algo así», describió emocionado Jon.
La presencia anunciada del presidente Donald Trump durante la competición ha elevado las medidas de seguridad al máximo nivel, con cierres temporales de zonas comunes y horarios de apertura muy tempranos para evitar aglomeraciones.
La Ryder Cup es el tercer acontecimiento deportivo más seguido en el mundo (solo por detrás de los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol) y se pretende evitar a toda costa que pueda darse algún altercado que implique a la figura de Trump.
El jugador vasco, único español en las filas de Luke Donald, es consciente de su papel de líder y está dispuesto a dar el espectáculo que demanda el exigente público neoyorquino. «Los seguidores son sumamente creativos; ya les he escuchado proferirme comentarios sobre ‘Ozempic’ (fármaco para adelgazar), pero lo que tengo que hacer es desplegar mi mejor juego, porque es un público entendido que respeta al rival de calidad», manifestó Jon sereno.
Mientras los norteamericanos juegan la baza de tener al público local entregado, los europeos se muestran más unidos que nunca. El hecho de repetir a once de los doce jugadores de la edición romana les convierte en una autentica piña, hecho que aprovecha el capitán para rodearles de detalles emotivos que incrementan la camaradería. Un pijama de la Ryder es uno de los obsequios más apreciados por los componentes, lo que es una muestra de que el apego por esta competición no es precisamente económico.
Esta ocasión es la primera vez en la historia que el equipo norteamericano va a cobrar por acudir a la cita. Cada componente del equipo más su capitán recibirán la cifra de medio millón de dólares (430.000 euros), de los cuales 300.000 los tendrán que destinar a obras de caridad, mientras que se embolsarán los 200.000 restantes. Hasta 2023 recibían 200.000 dólares que debían destinar a ONG. Cuando en Roma se le preguntó a Jon Rahm si él cree que deberían cobrar por acudir a la Ryder representando a Europa, su respuesta fue rotunda: «Yo, pagaría por asistir». Nada que añadir.