Quedan menos de cinco años para el arranque el Mundial 2030, que se disputará en España 48 años después. Aun así, los detalles del torneo ya se están perfilando. Es por ello que Pedro Sánchez ha aprovechado su presencia en la Asamblea General de la ONU en Nueva York para reunirse con Gianni Infantino y los representantes de Marruecos y Portugal, los otros países organizadores de la Copa del Mundo.

La cumbre, que ha tenido lugar en la sede de la FIFA en la ciudad estadounidense, ha contado con la presencia del primer ministro de Marruecos, Aziz Ajanuch, y el ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Rangel. El objetivo del encuentro, tal y como ha informado Moncloa, ha sido «seguir avanzando en la planificación y diseño» del Mundial.

En un vídeo publicado en las redes sociales del presidente español se ve como el máximo dirigente del organismo del fútbol mundial le entrega un banderín con su nombre y ambos bromean con un balón de fútbol. Sánchez ha expresado su satisfacción con el encuentro: «Nos reunimos con el presidente de FIFA, Gianni Infantino, para seguir dando forma al Mundial 2030. España, Portugal y Marruecos caminamos juntos hacia un evento que será un canto a la unión, a la diversidad y al poder del deporte para tender puentes», dice el presidente en su ‘Twitter’.

Las imágenes muestran también la buena sintonía entre las partes implicadas en la organización del Mundial 2030. Con esta reunión se busca enviar «un mensaje de unidad al mundo que refleja la convicción compartida de que el deporte es un vínculo entre culturas, personas y pueblos», señala el Gobierno español. Estas palabras se enmarcan dentro de la decisión sobre una posible exclusión de Israel y sus equipos de las competiciones organizadas por la UEFA, lo que podría implicar la salida del país gobernado por Netanyahu de la clasificación para al Mundial 2026. España, muy combativa contra el genocidio, estaría de acuerdo con esta medida, aunque Trump se opondrá.