Las agencias de calificación crediticias Moody’s y Fitch también han mejorado el rating soberano de España, después de que hace dos semanas S&P ya lo elevara a ‘A+‘ con perspectiva estable, tras seis años sin cambios.

En concreto, Moody’s ha elevado este viernes la nota a España de ‘Baa1’ a ‘A3’ con perspectiva estable al considerar que la «fortaleza económica del país» está mejorando por un crecimiento más «equilibrado», la mejoría en el mercado laboral y el fortalecimiento del sector bancario, «que incrementan la resiliencia de la economía». En el caso de la agencia Fitch la nota también mejora de ‘A-‘ a ‘A’.

Fuentes del Ministerio de Economía han valorado que todas las agencias de rating ubican su calificación en ‘A’, «situación que se perdió durante la crisis financiera y que no se había recuperado hasta estos momentos».

«Esto es una muestra más de la confianza internacional en la economía española», han subrayado. El fuerte crecimiento económico, el impacto de la migración, la actividad inversora o la «protección» ante las consecuencias por los aranceles de Estados Unidos estarían detrás de estas mejoras de ratings, que ha permitido a España conseguir un ‘triplete’ histórico’.

Por su parte, la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha subrayado en su cuenta de X que la decisión de las tres agencias reconoce que «somos un país increíble, más sólido y que genera confianza internacional”. «Seguimos trabajando para crear empleo de calidad, bienestar y oportunidades para todos», ha concluido.

S&P mejora la nota de España a ‘A+’ por su economía sólida

La mejora de la nota de Moody’s llega después de que hace dos semanas S&P elevara la calificación de la deuda soberana española. La agencia la consideró menos vulnerable a cambios en financiación externa y a la política arancelaria estadounidense. Su informe prevé un crecimiento del PIB del 2,6% en 2025, impulsado por empleo, consumo e inversión, tres veces más que la media de la eurozona.

S&P también resaltó la mejora del balance externo tras una década de desapalancamiento del sector privado y atribuye el impulso económico a la inmigración, la inversión y reformas estructurales previas. Asimismo, señaló que la dependencia limitada del comercio con EE.UU. protege a España de posibles aranceles.

No obstante, advirtió sobre riesgos políticos que podrían afectar el déficit y la deuda, mencionando la fragilidad de la coalición de gobierno y recientes acusaciones de corrupción. El déficit estatal en julio se situó en 2,35%, un 4,7% menos que en 2024.

Crecimiento del PIB de entre el 2,6% y el 2,7% para este año

Organismos económicos nacionales e internacionales han revisado recientemente al alza sus estimaciones de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) español, hasta tasas entre el 2,6% y el 2,7% este año 2025. Además, el propio Gobierno, tras conocer la mejora de calificación por parte de S&P, también elevó una décima su proyección de crecimiento de PIB hasta el 2,7% este año, ya que pese al «complejo contexto internacional», la economía española sigue presentando «signos claros de fortaleza» tanto a medio y largo plazo.

Para 2026, la previsión de crecimiento del Gobierno se mantiene en el 2,2%, mientras que para 2027 y para 2028 prevé que la economía española avance un 2,1% en cada uno de los dos ejercicios.