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El campo de Bethpage Black en Nueva York acoge hasta el próximo 28 de septiembre la edición número 45 de la Ryder Cup, una de las batallas más esperadas donde se miden los mejores golfistas de Europa y de Estados Unidos. En total, 12 jugadores norteamericanos y otros 12 europeos lucharán por alcanzar los 14,5 puntos que garantizan la copa de oro, un torneo que Jon Rahm alzó hace dos años, en 2023.
Se trata de una competición que no ofrece premios económicos, pero la Professional Golfers’ Association (PGA) da a los golfistas estadounidenses 500.000 dólares por competir, de los cuales 300.000 se destinan a obras benéficas. Los jugadores europeos, entre los que se encuentra el de Barrika, no reciben compensación.

El duelo promete teniendo en cuenta que se verán cara a cara los dos jugadores que se han repartido el número uno del ranking desde febrero de 2023: Scottie Scheffler, actual golfista que encabeza el ranking, y el vizcaíno Jon Rahm. El estadounidense, además de lucir el cartel de número uno, también recibirá dicho premio económico por parte de la PGA, algo que no ha pasado desapercibido.

Jon Rahm, disputando el octavo encuentro del LIV Golf 2025 en Virginia
Un salario ‘extra’ de 200.000 dólares
Por primera vez en la historia, los estadounidenses recibirán un estipendio de medio millón de dólares (unos 425.000 euros). Si bien es cierto que 300.000 dólares se destinan a causas benéficas, hay otros 200.000 más que se considera como un ‘salario’ para los doce golfistas de Estados Unidos, de libre disposición. Es la primera vez que sucede esto.
Keegan Bradley, capitán del equipo este año, fue preguntado por ello en la rueda de prensa de esta semana en Bethpage Black y asegura que se ha querido “adecuar la Ryder Cup al presente”. Una respuesta que no ha dejado satisfecha a ninguna persona, y mucho menos tras saberse que los europeos no cobrarán un solo céntimo.
