Con más de 20 años de experiencia, Elisa Conte, desde su estudio de fotografía, Vanity Estudio, se ha especializado en una amplia gama de servicios fotográficos sociales, entre los que destacan bodas, comuniones, embarazos, newborn, mascotas… Reconoce que el contacto con la gente, las sesiones y los eventos les dan muy buenas vibraciones y le mantienen activa. Una pasión que nació, casi a la par que el coleccionismo, un perfecto complemento en su trabajo. ¿Si no tuviera una cámara a qué se habría dedicado?
—Desde pequeña me gustaba la peluquería y la moda. Así que me hubiera dedicado a alguna rama de este tipo. También hubo una época en la que quería ser veterinaria. Fueron mis dos pasiones infantiles hasta que empecé.
¿Recuerda cuál fue la primera instantánea que realizó?
—Seguramente sería a algún familiar mío y con una cámara compacta que teníamos en casa, que me encantaba llevar e ir con mi madre a ver cómo la revelaban y qué salía.
¿Y aquella que lamentó haber realizado?
—Lamentar, no recuerdo lamentar ninguna foto, la verdad. Sí que ha habido épocas en las que ha habido fotos que me ha costado más volver a mirar, porque son cosas que me han pasado a lo largo de la vida pero, al final, la fotografía siempre está ahí para darnos un recuerdo fiel sin adornos.
¿Qué fotografías cuelgan de las paredes de su casa?
—El dicho que dice “En casa de herrero, cuchillo de palo”, es la tónica en mi casa. Hay algunas fotos puestas con imanes en la nevera de mis hijos y algún marquito pequeño de alguna foto mía de cuando era pequeña, pero me gusta tener cuadros, cuadros de óleos, antiguos.., que van cambiando a lo largo de del tiempo. A lo mejor me encuentro alguna otra cosa que me llama la atención y cambio el cuadro por un espejo.
¿Alguna vez se planteó probar con otro tipo de fotografía (fotoperiodismo, fotografía deportiva…)?
—Siempre me ha gustado fotografiar personas. El contacto con la gente me aporta, porque noto que me da buenas vibraciones. Cuando acabo las sesiones, sobre todo el estar con gente, me hace activarme y me encanta conocer gente y que pase por delante de mi cámara. Normalmente, además, son momentos felices de la vida y con los que disfruto realizando mi trabajo. No me interesa la fotografía de fotoperiodismo, ni de bodegón, ni naturaleza muerta, soy más de acción.
¿Las cámaras de móvil son duras competidoras?
—Me parece una ventaja en cuanto a inmediatez de poder captar momentos que no siempre tienes por qué ir cargado con la cámara. Profesionalmente, no he tenido ningún problema porque la gente lleve sus móviles. Es tan sencillo como tener respeto por la gente que está desempeñando su trabajo. Normalmente cuando estoy en los eventos, no he tenido ningún problema, así que no las veo como duras competidoras. También cuenta la persona que hay detrás.
También es una amante del coleccionismo, ¿cómo empezó con esta afición?
—Empezó a la par que la fotografía. A mí me gusta hacer mis escenarios con objetos inusuales y crear a raíz de cosas que ya están o que han sido usadas o que voy encontrando. Las ferias de antigüedades, los mercados, los rastros son sitios de inspiración para mí y a raíz de ahí empezó mi otra gran pasión, que que son las antigüedades.
Si pudiera rebobinar en su vida. ¿Cambiaría algo?
—Para algunos suena como un tópico, pero cambiar, cambiar…Ha habido cosas que me han salido mejor y peor, con las que he sufrido y he aprendido. Todo lo que he vivido es lo que lo que me ha hecho ser tal como soy. Han sido elecciones más acertadas, menos acertadas, pero todo es un aprendizaje y gracias a todo eso soy esta persona.
¿Cómo se define en una frase?
—Una persona con mucha energía, muy curiosa y con mucha ilusión por la vida en general.
¿Qué es lo que más aprecia en los demás?
—La lealtad y la transparencia.
¿Y un defecto que no soporta?
La traición.
¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?
—Cuando no estoy realizando el trabajo de fotógrafa, quedo con mi gente, me puede gustar restaurar un mueble, me puedo poner a ordenar el local y ver todas las cositas que tengo por ahí y, quizás, un plan loco que me propongan, si en ese momento me apetece.
Diga una pasión frustrada…
—De unos años aquí ha sido estudiar Psicología. Me hubiera encantado, pero me cuesta mucho volverme a sentarme a estudiar.
¿Quiénes son sus grandes héroes o heroínas?
—Los héroes o heroínas no están en los libros, es gente que tengo cercana que ha superado muchos obstáculos en la vida y para mí son referentes.
Si hablamos de política, ¿se mojaría?
—Si hablamos de política no acabamos pero, vamos, tampoco llegaríamos a ningún sitio. Pienso que el sistema no funciona en general.
¿Se atrevería a confesar un secreto a nuestros lectores?
—No soy rubia, jeje
¿Qué desearía ver en el futuro?
—Me gustaría ver menos tecnología y más humanidad. No soy una persona catastrófica, pero pienso que, algunos valores se están perdiendo, y que es complicado encauzar todo esto sin que se nos vaya de las manos.