Carlos Canal vivirá en Ruanda un momento inolvidable: su primer Campeonato del Mundo con la Selección absoluta. A sus 24 años, afronta el reto con la ilusión de un debutante, consciente de que su papel será clave en el trabajo de equipo para proteger a Juan Ayuso y pelear por una medalla. Desde la concentración en una casa rural de Navacerrada, el gallego comparte con MARCA sus sensaciones, el ambiente de convivencia y la confianza en el potencial de España.
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¿Cómo ha sido este primer Mundial con la Selección absoluta?
Muy ilusionante. Es mi primer Mundial y siempre es especial. Además, lo vivo rodeado de compañeros excepcionales y con muchísimas ganas de disfrutar de una cita diferente. No me lo esperaba, pero cuando me confirmaron con tiempo antes de la Vuelta me hizo muchísima ilusión. Desde entonces me mentalicé para llegar en buena condición.
¿Qué papel tiene dentro del equipo?
El objetivo es ayudar a Juan lo máximo posible, que vaya siempre protegido y que no ocurra nada extraño. Se trata de acompañarlo hasta donde podamos.
¿Qué aspectos tácticos se han trabajado más?
De momento no se nos ha insistido demasiado, pero todos sabemos que en un circuito hay más nervios, tensión y puntos calientes donde se pueden hacer las selecciones. Tenemos claro que hay que estar atentos, bien colocados y dar la cara.
¿Cómo ve a Ayuso en este momento?
Le veo muy bien. Creo que le ha venido bien olvidarse de la general en la Vuelta porque le ha permitido llegar fresco. Se le nota mentalizado y con ganas de dar un paso adelante. Confiamos plenamente en él, es un corredor capacitado para luchar por una medalla.
¿El circuito se adapta a sus características?
Muchísimo. Es un recorrido que le viene muy bien. Ya es uno de los mejores corredores a nivel mundial y tiene piernas suficientes para pelear por todo.
¿Qué supone para usted viajar a África por primera vez?
La novedad siempre genera cierta incertidumbre. Como deportistas profesionales somos un poco hipocondríacos y tenemos miedo a las enfermedades, a las picaduras de mosquitos… pero la ilusión está por encima. Es mi primera vez en África y, aunque siempre te da respeto estar lejos de casa, lo afronto con muchas ganas.
Después de lo vivido en LaVuelta, ¿le preocupa la seguridad?
No. Creo que el Mundial se disputará sin problemas. Allí tienen sus propias prioridades y estoy convencido de que la competición se celebrará con normalidad. Lo de la Vuelta fue surrealista, una situación de incertidumbre, pero por suerte no hubo que lamentar daños mayores.
¿Qué significa para usted representar a España?
Es un orgullo enorme. Vestir los colores de tu país en un Mundial Élite siempre conlleva una presión extra, pero la afronto con responsabilidad. Mi labor es ayudar a Juan y al equipo en todo lo que pueda.
¿Cómo valora la figura de Valverde como seleccionador?
Es diferente porque sigue saliendo a entrenar con nosotros y casi está al mismo nivel que cuando competía. Eso nos da un plus. Puede medirnos de cerca y mantener la motivación dentro del grupo. Además, aporta tranquilidad y genera muy buen ambiente.
La convivencia estos días ha sido especial. ¿Cómo la ha vivido?
Estamos todos juntos en una casa y me parece una gran idea. Es como un campamento que nos ayuda a conocernos mejor. Durante el año somos rivales, pero aquí aprendemos a leer al compañero sin necesidad de palabras. Eso nos dará un extra de confianza para la carrera.
¿Se puede comparar a Ayuso con Valverde?
Cada uno tiene su identidad. Valverde tenía un punto más de velocidad y Ayuso es más escalador y de generales. Sí que son parecidos en muchos aspectos, pero cada uno con su sello propio. Quizás Ayuso pueda seguir una carrera similar, siendo ya presente y promesa del ciclismo español.