El Recoletas parece abonado a los diez goles de diferencia; es la única manera de entender que la distancia con el Guadalajara se quedara en … esa cifra cuando planeó durante toda la tarde una goleada mucho mayor. De hecho, a los diez minutos ya no había partido, y es que el equipo visitante tardó casi siete minutos en abrir su marcador, para entonces el local ya llevaba cinco.
Los de Pisonero saltaron al parqué como buenos alumnos, con ganas de repetir las buenas sensaciones del debut contra Huesca; enfrente se encontraron un rival que no le cogió el tacto al balón en sus manos, su primer ataque se esfumó un metro por encima del larguero, y eso que era un penalti, pero el Guadalajara se mostró especialmente negado en esa parcela, con cuatro fallos consecutivos desde los siete metros, y eso que Juan Carlos Requena utilizó a cuatro jugadores para lanzar las penas máximas.
Recoletas Valladolid
Bar (p), Serrano (5, 3p), De Toledo (0), Abdelazize (4), Ribeiro (0), Oliveira (7) y Álex Díaz (3) -siete inicial-; César Pérez (ps), Pisonero (1), Gey-Emparan (7, 3p), Fodorean (2), Camino (1), Herrero (0), Jozinovic (1) y Carvalho (1).
32
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22
BM Guadalajara
Nico García (p), Simón (3, 1p), Falcón (1), Joan Blanco (4), Dorado (0), Jodar (2) y Gnuza (1) -siete inicial-; Vladic (ps), Jorge Blanco (ps), Velasco (4), Román (2), López (3), Arribas (0), Fekete (1) y Elkhouga (1).
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Árbitros:
Huertas Herrador y García del Salto. Exclusiones a Albelazize (mins. 9 y 42), Herrero (min. 30), Carvalho (min. 43), Ribeiro (min. 48); Fekete (mins. 8 y 23), Dorado (mins. 24 y 41) y Arribas (min. 52). -
Parciales:
4-0, 7-1, 8-1, 9-5, 12-5, 16-9 (descanso); 19-11, 22-11, 25-14, 27-16, 31-19 y 32-22. -
Incidencias:
Huerta del Rey. Jornada 3ª de la Liga Asobal. Algo menos de media entrada. Minuto de silencio en memoria del árbitro internacional Pablo Permuy.
Oliveira arrancó con mejor puntería en la portería contraria, y el Atlético le dio variedad a sus ataques para buscar en el rincón la fantasía de Álex Díaz, autor de goles de gran plasticidad desde el extremo. El gol de Joan Blanco era el oasis en el desierto manchego, sin confianza para superar los brazos del argentino Juan Bar, que se hinchó a parar todos los intentos del Guadalajara desde todas las posiciones del campo, también en los mano a mano con todo en su contra.
Con 9-2 el Valladolid perdió la concentración y David Pisonero prefirió pedir un tiempo muerto después de recibir un parcial de 0-3; no hubo tiempo de que Guadalajara soñara con estrechar el tanteo, ya que Tao Gey-Emparan cogió las riendas desde el extremo derecho para romper los sueños del rival, que en un suspiro se vio con un 13-5 imposible de compensar con los intentos de Velasco, que aportó buenos minutos a su equipo.
La segunda mitad arrancó con 16-9 y el partido se desordenó mucho con el carrusel de exclusiones y penaltis que sancionó la pareja arbitral. No se tardó en llegar a la frontera de los diez goles (21-11) y el tiempo muerto manchego solo pretendió evitar una sangría mayor. Valladolid marcaba a portería vacía, se destensó lo suficiente para sufrir dos exclusiones consecutivas, la segunda por un cambio mal hecho, y aun así, los de Pisonero dibujaron un ataque de cinco contra siete que acabó en la red con el golazo de Oliveira.
Con esa diferencia es normal que el desenlace derivara en un correcalles, donde encontraron su momento los jugadores que saltaron desde el banco; el capitán César Pérez fue uno de los que mejor lo aprovechó, al terminar con una tarjeta de ocho paradas que mejoró el porcentaje de las trece de Juan Bar. En el lado contrario, el francés Gey-Emparan se gustaba en ataque y colocó el cénit en el 31-17. Ahí bajó los brazos el Valladolid, que contaba los segundos que le restaban para llegarf a las duchas, y Joan Blanco pudo desplegar unas maniobras que encontraron en el pivote a José Alberto López para maquillar el marcador y cerrarlo con esos diez goles de margen con los que empezábamos la crónica. Así que el Recoletas Valladolid tendrá que esperar una jornada más, la cuarta en Torrelavega, para descubrir tanteos más ajustados, porque hasta el momento llegó a los minutos con los pescados vendidos.