Italia y el Vaticano están tratando de mediar para conseguir una salida pacífica para las embarcaciones que forman parte de la Global Sumud Flotilla, después … de que esta semana hayan sufrido el tercer ataque con drones y ante la negativa de Israel de permitir que transporten directamente hasta la Franja de Gaza la ayuda humanitaria que llevan a bordo, rompiendo así el bloqueo naval. Este sábado continúan las negociaciones tras la negativa que los responsables de la Flotilla dieron el día anterior a la propuesta de dejar la ayuda en la isla de Chipre, desde donde sería luego trasladada hasta la Franja con la garantía del Patriarcado de Jerusalén, el organismo eclesial responsables de los católicos en la citada isla del Mediterráneo Oriental y en Tierra Santa.

Hasta el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, el más alto cargo institucional del país y una figura muy respetada por su compatriotas, se ha involucrado para tratar de evitar que la Global Sumud Flotilla pueda acabar con un escenario similar al de una iniciativa similar, la Freedom Flotilla, que en 2010 fue bloqueada y asaltada por militares israelíes en una operación que dejó 10 muertos.

«No hay voluntad de ir a hacerse daño por obligación. Nosotros le pedimos a los gobiernos que adviertan a Israel de que si atacan las embarcaciones en aguas internacionales habrá sanciones», señaló Maria Elena Delia, portavoz de la delegación italiana y que ha bajado a tierra para tratar de impulsar las negociaciones con las instituciones de su país. «No hay una cerrazón ciega. Estamos absolutamente abiertos a negociaciones concretas», aseguró Delia en declaraciones al diario ‘Corriere della Sera’.

A bordo de las embarcaciones que forman parte de la Global Sumud Flotilla hay parlamentarios italianos, así como militantes propalestinos de otros 40 países, entre ellos España (Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona), lo que explica la diversidad de criterios. De hecho, algunos militantes abogaban este sábado por continuar con la navegación hacia Gaza desde la zona de la isla griega de Creta donde se encuentran ahora los barcos.

Comunidad de San Egidio

En la mediación para tratar de encontrar una salida pacífica a esta iniciativa podría jugar un papel la Comunidad de San Egidio, un movimiento católico conocido por su labor a favor de los excluidos y por su medicación en diferentes conflictos armados, hasta el punto de que se le conoce como ‘la ONU del Trastévere’, por el barrio romano donde nació. Este grupo ya coordina diversos corredores humanitarios hacia Italia desde naciones en guerra. Estos proyectos «conjugan acogida e integración y son una respuesta a los millones de italianos que piden una iniciativa humanitaria a las tragedias a las que asistimos», explicó el presidente de la comunidad de San Egidio, Marco Impagliazzo, en una entrevista con el diario ‘La Repubblica’.

El Gobierno de Giorgia Meloni decidió el miércoles el envío a la zona de Creta de una nave militar para «eventuales actividades de socorro» y «garantizar asistencia a los ciudadanos italianos» embarcados en las naves que forman parte de la Flotilla, aunque dejó claro que no podía garantizar su seguridad si entraban en aguas territoriales israelíes. El Ejecutivo español siguió después sus pasos y anunció igualmente que mandaba una nave militar para el mismo fin.