Dos meses después de lesionarse, Ibrahim Diarra ya encara la recta final de su lesión. El pasado 19 de julio, el joven futbolista sufrió una ruptura muscular en el recto anterior de la pierna derecha durante un entrenamiento. Este contratiempo le impidió participar en la gira asiática del primer equipo en Japón y Corea del Sur, donde estaba previsto que tuviera minutos para intentar demostrar toda su valía y ganarse un puesto para trabajar en dinámica de primer equipo.

Ahora, 70 días más tarde, las noticias son mucho más positivas. Según ha podido saber SPORT, Diarra ya realiza trabajo específico en el césped. Lo más llamativo es que todo el proceso de su recuperación lo está haciendo junto a los fisioterapeutas del primer equipo. Flick lo quiere controlar de cerca, dado que es un jugador cuyo potencial ha despertado mucho interés a su staff.

Aunque todavía no está completamente recuperado, las sensaciones son buenas y se prevé que regrese en un par de semanas, pues se considera que aún es muy pronto para que lo haga, dado que aún no ha completado ninguna sesión entera junto a sus compañeros.

Aunque no hay fecha exacta para su lesión pues se trata de una lesión difícil con riesgo de recaída, desde el club se quiere asegurar que está cien por cien recuperado. Su regreso sería un chute de energía para un filial muy joven que ha ganado 2 de los 3 partidos de liga y quiere seguir arriba en la tabla. Tras un verano complicado, al extremo le queda menos para volver a competir.

La importancia de África en el Barça

Que el Barça de tanta importancia a su departamento de scouting en África no es casual. Se trata de un continente con muchísimo talento que durante muchos años ha estado olvidado por los grandes clubes de Europa. Desde que se ha empezado a trabajar intensamente en él, al club azulgrana han llegado talentos como Mika Faye, Ibrahim Diarra, David Oduro y Azziz. El coste de captar a estos jugadores es muy bajo y el potencial de crecimiento es enorme. Con una inversión casi irrisoria se pueden lograr beneficios muy altos, tanto deportivos como económicos. La buena prueba de ello es el fichaje de Mika Faye, que llegó por 1,5 millones de euros y se marchó traspasado al Rennes por 10,3.

Aunque Diarra ha pasado por una lesión complicada, los destellos que dejó la temporada pasada invitan al optimismo. Su tramo final fue espectacular, firmando una gran final de la Youth League en Ginebra. Cuando esté recuperado, el equipo ganará una pieza clave en el centro del campo que aportará velocidad y mucho desparpajo.