Álvaro Martín acaba de tomar posesión como nuevo presidente de la Audiencia Provincial de Sevilla, cargo al que llega desde la sección de Violencia contra la Mujer de este órgano judicial. En esta entrevista reconoce que a la Audiencia no le constan incidencias con las … pulseras antimaltrato aunque se remite a lo que digan los Juzgados de Violencia contra la Mujer. Especialmente sensibilizado con este asunto, recuerda algunos de los casos de riesgo que tuvo que afrontar a lo largo de su carrera.

-Usted procede de la sección penal que lleva asuntos de Violencia contra la Mujer de la Audiencia de Sevilla. ¿Detectaron también problemas con las pulseras antimaltrato?

-En lo en lo que a mí me consta, no hemos tenido ninguna incidencia material de esa naturaleza. Pero son los juzgados de Violencia sobre la mujer, eventualmente juzgados de lo Penal, los que captarían con muchísima facilidad ellos lo que no podemos captar nosotros, porque esos casos son mucho más frecuentes. Nosotros no hemos tenido esa noticia y tampoco tendríamos por qué tenerla si se hubiese producido en los órganos inferiores, porque un órgano de primera instancia no nos va a comunicar que ha habido un fallo material porque nosotros nada tenemos que decir al respecto. Se lo comunicará a la Administración o al servicio que se encarga de la prestación de servicio para que lleve a cabo la rectificación y por tanto, en la Audiencia no hemos tenido esa noticia.

-¿Cómo valora, no obstante, toda esta polémica que se ha creado y que ha saltado de nuevo al ámbito político?

– El sistema de geolocalización se ha considerado un gran avance porque es una figura intermedia entre la medida de prisión o la simple medida de prohibición de acercamiento. Cuando uno percibe una situación de mayor riesgo pero no ve elementos suficientes como para acordar la medida de prisión, tiene esa salvaguarda, que es colocarle un sistema de geolocalización a esa persona que te garantiza la protección de la mujer. Con esa tranquilidad se ha funcionado en los juzgados a sabiendas de que cuando tú le colocabas ese mecanismo de protección estabas asegurando una cobertura a la mujer y una cierta tranquilidad. Claro, descubrir ahora con que tienes unos mecanismos que son inadecuados, pues es un verdadero problema.

-¿Podría esta circunstancia llevar a los jueces a decantarse por la prisión ante la falta de seguridad de las pulseras?

-Podría llegarse a esa situación, pero para mí lo más grave sería que no haya suficientes elementos para adoptar una medida de prisión y nos encontremos con que la protección sea inadecuada. Yo creo que la sociedad no se tiene que plantear la cuestión de si esto va a obligar a adoptar prisión sino que lo ocurrido genera una situación de indefensión en mujeres que en principio considerábamos que estaban protegidas.

-¿Le preocupa mucho lo ocurrido?

-Supongo que esto le tiene que preocupar a cualquiera de los que estamos en este negocio. Es muy preocupante. Te mueves en un ámbito en el que sabes que hay un riesgo y que ninguno de nosotros tiene una bola de cristal que nos puede decir exactamente qué es lo que va a pasar, o como se van a desenvolver las cosas. Conforme a tu experiencia, vas adoptando medidas de protección. Y te encuentras con que tienes una medida que consideras que es adecuada, solvente y de repente ves que no es solvente. Esto es un problema.

-No sé si se ha encontrado a lo largo de su carrera profesional en una situación del tipo de la que está describiendo, que no haya tenido elementos para adoptar una media de prisión y que luego haya pasado algo irreparable.

-Alguna vez he estado a punto de que pase algo. Pero afortunadamente salió bien. Pero sí ha habido casos en los que me he encontrado con una gran inquietud personal por una situación de una mujer que era objeto de violencia y afortunadamente el letrado que la llevaba me avisó a tiempo de un cambio que se había producido en la situación del sujeto activo, que había pasado de estar en prisión provisional a una situación de libertad. Y sobre la marcha se pudieron adoptar una medida de alejamiento más o menos in extremis, con la coincidencia de que al día siguiente de esa medida, nos encontramos con una situación de riesgo para la mujer que, gracias a esa medida y a la intervención de la Guardia Civil, se pudo solventar. Sí, ha habido casos en los que se ha dado eso.

-Su profesión implica mucha responsabilidad y cuando faltan medios, supongo que todavía es más difícil tomar una decisión.

-Evidentemente cuanto más medios tiene, más cómodo es todo. Si nosotros tuviésemos una bonanza económica que nos permitiese tener gran cantidad de médicos de medios, estaríamos todo mucho más tranquilos. Pero yo creo que nuestro trabajo es gestionar lo que tenemos y sacarle el mejor partido de lo que hay, y esa es nuestra obligación.