‘Los domingos’, de Alauda Ruiz de Azúa, ha ganado la Concha de Oro.‘Los domingos’, de Alauda Ruiz de Azúa, ha ganado la Concha de Oro. (FOKU)

Las expectativas eran altas, tampoco nos vamos a engañar. Cuatro propuestas vascas (aparte de ‘Los Tigres, producida por Koldo Zuazua’) ponían el listón muy alto en la Sección Oficial. Y es que, si bien ‘Zeru ahoak’ y ‘Karmele’ no han entrado dentro de la competición, ‘Maspalomas’ y ‘Los domingos’ eran dos propuestas muy solventes de la Industria vasca (¿por qué no hablar de Industria vasca a estas alturas?).

Después de que la competición por la Concha de Oro se cerrara el pasado jueves, la crítica se puso a elaborar sus quinielas y, esta vez, los pronósticos se han cumplido. El tercer proyecto de la vizcaina Alauda Ruiz de Azúa (‘Los domingos’) era la gran favorita que ha copado la mayoría de apuestas que se han lanzado en las últimas horas y para ella ha sido el máximo galardón de Zinemaldia –también ha ganado el premio Irizar al Cine Vasco, cuyo jurado ha otorgado una mención especial a ‘El último arrebato’–. Su propuesta, muy bien estructurada alrededor de una familia que se enfrenta a la posibilidad de que su hija adolescente ingrese en un convento de monjas, ha generado críticas muy positivas, dejando muy buen sabor de boca entre crítica y público.

La de Barakaldo se convierte así en la quinta directora vasca en conseguir la Concha de Oro en Zinemaldia y se suma a la lista compuesta por Víctor Erice (‘El espíritu de la colmena’, 1973), Montxo Armendariz (‘Las cartas de Alou’, 1990), Imanol Uribe (‘Días contados’, 1994 y ‘Bwana’, 1996) y Jaione Camborda, que recibió el galardón en 2023 por ‘O corno’.

«Si amo el cine es porque me permite mirar distinto, desde otro sitio, entender algo que es ajeno a ti –ha dicho Ruiz de Azúa al recibir el premio–. Pero entenderlo no significa validarlo. Creo que vivimos en un mundo en el que tengo una certeza, siempre hay alguien diferente a ti. Por eso creo que el cine tiene que ser un sitio de pensamiento y de debate», ha afirmado.

Un reconocimiento que llega a tiempo

La segunda gran noticia para el cine vasco llegó con el premio a Mejor Interpretación ex aequo que el Jurado Oficial concedió a Zhao Xiaohong por su papel en ‘Her heart beats in its cage’ y a Jose Ramon Soroiz por su rol de Vicente en ‘Maspalomas’.

Vayamos por partes. La producción china dejó poso en el público donostiarra, ya que Xiaohong salta a la gran pantalla contando la historia de su vida. Y es que la protagonista era víctima de malos tratos por parte de su marido, hasta que tuvo que matarle para defenderse de una agresión. Como consecuencia, permaneció diez años en prisión alejada de su hijo.

«En este momento quisiera estar agradecida conmigo misma. En todas las dificultades, en la desesperación y en todo lo que he pasado, nunca me he abandonado, siempre he estado conmigo acompañándome. Este honor y fleicidad quiero compartirlas con mi hijo que está en China. Quiero compartir esta película con todas las mujeres. Si podéis encontrar esa calidez, ese consuelo, para mí es lo mejor que puede ocurrir», ha señalado la actriz frente a un conmovido Kursaal.

Y qué decir de Soroiz. El actor guipuzcoano se ha enfrentado al papel más importante –y exigente– de su vida al adentrarse en el día a día de Vicente en ‘Maspalomas’, un hombre homosexual de avanzada edad que vive desinhibidamente en este núcleo turístico hasta que tiene un problema de salud, y se ve obligado a regresar a una residencia a Donostia y, por consiguiente, a volver a ‘entrar en el armario’. En la rueda de prensa de la presentación de la película, el propio Soroiz reconocía que el hecho de exponer su cuerpo desnudo y las escenas de sexo fueron un gran reto a la hora de aceptar el papel. Sin embargo, aseveró estar «muy orgulloso» del trabajo realizado.

El actor de Legorreta recibió el premio con una gran ovación. «Esto es lo que menos me gusta. Quiero dar las gracias por todo lo que me está pasando con esta película. Jose Mari eta Aitor, non zaudete? –dijo en euskara buscando a sus directores–. Mila esker. Mila esker Jose Mari hain gidoi zoragarria idazteagatik eta bioi nitaz gogoratzeagatik. Eta Bixente pertsonaia aurrera ateratzen lagundu didazuelako. Eskerrak Moriartiri eta pelikulako ekipo guztiari, zoragarria izan delako beraiekin lan egitea. Hor barruan nengoen, nahiko beldurtuta, baino maitasuna sentitzen nuen taldearen aldetik. Indar horrekin aurrera jarraitzen nuen eta nire buruari esaten nion ezin nuela atzera egin, ez hutsik egin, eta sari hau ez da nirea bakarrik, film honetan parte hartu duen jende guztiarena da. 50 urte daramatzat ‘mundillo’ honetan eta Maspalomas izan da inork eman didan saririk handiena. Maite zaituztet. Eskerrik asko». Tras mostrar su agradecimiento a su familia, no desaprovechó la oportunidad para hacer una petición: «Quiero aprovechar este momento para gritar stop genocidio, y que se acaben todas las guerras por favor».

Un palmarés repartido

El palmarés oficial de este año ha sido muy repartido entre las películas que se han presentado a competición. En primera lugar, y ‘barriendo para casa’, la mención especial en New Directors para ‘Aro berria’, de Irati Gorostidi. Y, siguiendo con el grueso del palmarés, el jurado, presidido por J.A. Bayona, otorgó una mención especial a ‘Historias del buen valle’, donde José Luis Guerín traslada al espectador a Vallbona, barrio humilde de la periferia de Barcelona en el que conviven el mundo rural y el urbano, y que se ha convertido en hogar de una sociedad multicultural.

Guerín agradeció a Zinemaldia por «acoger una película tan artesanal». «En un escaparate tan codiciado como el que nos encontramos es un gesto de gran coraje», dijo. «También el hecho de que no se segregue una película documental. Es como un cine necesario pero que da un poco de pereza,y se inclina a la bondad de la causa que defiende. Arrastra una connotación de cine ejemplarizante que me ahuyenta un poco. Solo quería agradecer que no enviaran a otra sección siendo un documental», ha dicho.

Por su parte, Joachim Lafosse se llevó dos de los premios nobles del certamen, la Concha de Plata a la Mejor Dirección y al Mejor Guion por ‘Six jours ce printemps-là’, un film que viaja hasta la Costa Azul francesa para entrar en el núcleo familiar de una madre con sus dos hijos.

Otra de las películas por las que todas las quinielas otorgaban algún premio era la argentina ‘Belén’, de Dolores Fonzi. Sin duda, una de las cintas más reivindicativas de esta competición oficial, donde se muestra la odisea real de Belén, una joven que acude a un hospital con un fuerte dolor abdominal sin saber que está embarazada y será acusada de provocar un aborto. Su caso generó una gran movilización en la sociedad argentina, que luchó por los derechos de la joven (y, por ende, por el de todas las mujeres). Para Camila Pláate fue a parar la Concha de Plata a la Mejor Interpretación de Reparto.

La actriz se mostró agradecida con sus compañeras de equipo y dedicó el premio «al movimiento de mujeres tucumanas y del mundo, que lograron la liberación de Belén y pusieron cuerpo y alma por los derechos de las mujeres. Lo hicimos una vez y lo volveremos a hacer todas las veces que haga falta», sentenció

Y, por último, regresamos a ‘Los Tigres’, película dirigida por Alberto Rodríguez y producida, entre otros, por Koldo Zuazua. Para Pau Esteve fue a parar la Concha de Plata a la Mejor Fotografía, gracias a una cinta protagonizada por Antonio de la Torre y Bárbara Lennie y que cautiva al espectador por su complicado (y en ocasiones agobiante) metraje grabado debajo del agua.

Poco más para contar. Zinemaldia ha estado este año atravesado por la lucha contra el genocidio palestino, que se ha dejado ver (podríamos decir) en cada presentación, photocall o rueda de prensa, y también en los momentos de mayor notoriedad. Y es que el mundo combate, y el cine ha de plasmar el pulso social de todas las luchas que abarcan la actualidad.

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