Domingo, 28 de septiembre 2025, 15:15
Uno de los grandes baluartes del balonmano español e internacional, el asturiano Javier García Cuesta (Mieres, 1947) ha fallecido este domingo en Gijón. Retirado de los banquillos desde 2018 tras más de medio siglo dedicado a este deporte, García Cuesta,que también fue uno de los primeros jugadores internacionales que salió del Principado, está considerado un auténtico maestro del balonmano a nivel mundial después de ejercer su magisterio al frente de cinco selecciones nacionales de tres continentes distintos, entre ella la española, con la que disputó, entre otras competiciones internacionales, los Juegos Olímpicos de Barcelona. Dirigió a Estados Unidos en varias etapas, así como también a Egipto, Brasil y Portugal. Tras retirarse en 2020, pasaba largas etapas entre Estados Unidos y Asturias, una tierra con la que nunca perdió el vínculo y en la que conserva a sus mejores amigos. Plasmó su trayectoria en el libro ’50 años en el deporte’, publicado en 2021.
Gijonés de adopción, García Cuesta comenzó a jugar al deporte al que dedicaría toda su vida en el Colegio Corazón de María, de la mano del también histórico seleccionador nacional José Antonio Roncero. Durante su estapa en Bilbao, donde fue a estudiar Económicas, jugó en La Salle Beyena, equipo desde el que el Atlético de Madrid le fichó, desde el que dio el salto a la Selección española. Fue capitán de España, con la que disputó 63 encuentros oficiales entre 1968 y 1975, formando parte, junto con el también asturiano Faustino Villamarín, de la primera Selección española que se clasificó y participó en unos Juegos Olímpicos, los de Múnich de 1972. También disputó el Campeonato del Mundo de la de 1974, celebrado en la antigual República Democrática Alemana.
Se convirtió en entrenador nacional de Balonmano en 1971, logrando el número uno de su promoción y se licenció en Educación Física por el I.N.E.F. de Madrid, realizando la maestría en balonmano (1975) y en futbol (1978) y, finalizada su etapa como jugador, pasó más de media vida impartiendo su magisterio desde los banquillos.
Fue preparador físico del Atlético de Madrid de fútbol en 1976, cuando le ofreció la posibilidad Luis Aragonés. Luego estuvo ocho años en Estados Unidos. A continuación se enroló dos en el histórico Teka de Santander, fue cuatro seleccionador español e hizo otro paréntesis en el proyecto americano. Pasó después cuatro años en Egipto y regresó a la Federación Española como director técnico para irse a Brasil del 2009 a 2012 con vistas a cerrar su carrera, en su último periplo, en Estados Unidos del 2013 al 2018.
Entre sus principales éxitos figura la clasificación de Estados Unidos para los Juegos de Seúl y la de Egipto para los Juegos de Sidney. Con Portugal consiguió el mejor resultado en un Europeo.
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