Xabi Alonso representa las nuevas ideas del fútbol, pero ha heredado una plantilla con carencias y vicios. Hoy en día, el fútbol es de los centrocampistas, y donde el Barça tiene a De Jong, Pedri y Fermín, por ejemplo, el Madrid tiene a Tchouameni, Valverde y, ayer, Bellingham. Dos jugadores que se encuentran más a gusto lejos de la posesión, y un jugador que engaña a todos.

Lo de Bellingham debería ser tema capital para la próxima reunión de la dirección técnica: no es ni centrocampista ni delantero, no elabora ni remata, genera caos y desorden. Ayer jugó cuando lo ideal habría sido Ceballos. Valverde es otro melón: se le tiene cariño por su carácter y entrega, pero lo que busca el mister no cuadra con su estilo.

Primer partido gordo y primer descalabro. No solo toca trabajar y seguir la supuesta construcción del equipo, como dijo el entrenador. Toca tomar decisiones: donde quieres tener una lámpara, poner una lámpara, y donde hace falta una lavadora, poner una lavadora, aludiendo a Benítez. En un club tan político como el Madrid, es una tarea difícil.

Chete, lector de AS.