La plaza de toros de Vera (Almería) celebró este domingo su corrida de feria. Con dos tercios de entrada en una tarde en la que … molestó el viento a los toreros, se lidiaron seis toros de Salvador Domecq, destacando el segundo, al que se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre. El resultado del festejo fue el siguiente: Talavante, oreja y oreja; Jorge Martínez, dos orejas y ovación tras aviso; y Marco Pérez, ovación y dos orejas tras aviso.

En lo numérico la tarde acabó con empate de dos orejas para cada torero, pero lo más importante de la corrida lo protagonizó, en el mejor lote, el diestro de Totana Martínez, en la que era su segunda corrida de toros de la temporada. Tiene madera de torero grande, si la espada empieza funcionarle.

Un faenón realizó Jorge Martínez al segundo de la tarde, toro premiado con la vuelta al ruedo. Desde que saludó de capa a Timonel, el torero de Totana se desempeñó con aplomo y torería. Lo puro llega a la grada, y la tauromaquia de Jorge Martínez, pura y clásica, es metal preciado. Las verónicas y chicuelinas del recibo y el quite por tafalleras gustaron al público, pero lo más relevante lo firmó con la franela, especialmente en las tandas diestra en redondo, ligando sin dejar parar al buen ejemplar de Salvador Domecq, dibujando el toreo largo y por abajo, de gran profundidad. Lo hizo todo despacio y con temple, hasta los molinetes. Una estocada entera puso el broche. Las dos orejas se pidieron con fuerza.

La espada le privó de pasear otras dos orejas del quinto, un toro que se dejó mucho y al que el torero logro sacar todo lo que tenía dentro. Jorge volvió a manejar el capote con lustre, tanto a la verónica como en el quite por chicuelinas. Comenzó su faena de rodillas y de pie pisó los terrenos que queman las suelas de las zapatillas. Todo lo hizo con gusto y pureza. Acabó por manoletinas, con ajuste, pero esta vez la espada se atascó. Tal fue la conexión de su toreo con el tendido, que el público le obligó a saludar una ovación, con gritos de ¡torero, torero!

Los tres toreros salieron a hombros.

F. O.

Imagen principal - Los tres toreros salieron a hombros.

Imagen secundaria 1 - Los tres toreros salieron a hombros.

Imagen secundaria 2 - Los tres toreros salieron a hombros.

Volcán se llamó el primer toro de la tarde. Fue un volcán sin lava ni peligro, apaciguado, que tomó la muleta de Talavante con nobleza. El diestro tampoco quiso molestarlo y su trasteo fue de suavidad y pocas apreturas. La estocada desprendida le valió para pasear la primera oreja de la tarde.

Otra arrancó del cuarto, un toro muy sosito con el que Talavante se inventó una larga faena bien rematada con la espada.

No tuvo material para lucir Marco Pérez con su primero, al que saludó con más larga cambiada de rodillas. Luego el toro no pudo con su alma y el joven torero tuvo que abreviar. Saludó una cariñosa ovación. Con el sexto pisó el acelerador. Brindó al su cuadrilla por ser la última corrida de su temporada, y le formó un lío al toro, sobre todo cuando el toro se paró y el joven matador se metió entre los pitones, dejándose rozar el traje de luces por las astas. El final, por luquesinas encendió totalmente los tendidos, y tras la estocada precedida de un pinchazo, se le pidió con muchísima fuerza el doble trofeo que paseó.

La terna salió a hombros.