El Super Amara Bera Bera no pasó del empate ayer en A Guarda. El duelo entre los dos equipos que lideran la clasificación de la … Liga Guerreras lo siguen haciendo con idéntico número de puntos, con tres victorias y un empate. Pese al reparto de puntos, las de Bidebieta siguen en lo alto de la tabla gracias a una mejor diferencia de goles.

Mecalia Atlético Guardés

Mínguez, Ramos (3), Hauptman, Téllez (5), Palomo (1), Cifuentes (2) y Mendoza –siete inicial-, Cacheda (4), Sancha (4), Martínez (5), Portillo, Serrano (1), Castro, Nieuwenweg y Balzinc.

25

25

Super Amara Berar Bera

Wiggins, Erauskin, Karsten (5), Tchaptchet (2), Álvarez (4), Somaza y Hernández (4) –siete inicial-, Ogonovszky (3), Etxeberria (2), Rodrigues, Amores (1), Kruijswijk, Arroyo (4), Gavilán y Prades.

  • Parciales
    2-0, 5-2, 6-4, 9-7, 11-9, 12-12 (descanso) 15-15, 16-17, 17-18, 19-20, 23-23 y 25-25 (final).

  • Árbitras
    Rodríguez y García. Excluyeron a las locales Palomo y Téllez y a las visitantes Etxeberria y Karsten.

Anoche el marcador se quedó en tablas, después de que el luminoso estuviera igualado en diez ocasiones en la segunda mitad. A falta de dos minutos para el final Elke Karsten empataba, 24-24, Laura Hernández recuperó la ventaja con una vaselina a 40 segundos del final pero un fly de Cacheda terminó por dejar un punto en A Sangriña.

Tras un primer tiempo con dominio local, no fue hasta el minuto seis de juego cuando las donostiarras inauguraron el marcador. Elke Karsten desde los siete metros colocó el 2-1. Al Bera Bera le costaba encontrar portería rival, cuatro balones se fueron al poste en los primeros minutos y las pérdidas penalizaban a las de Álvarez. Faltaba puntería o inspiración en ataque y las gallegas consiguieron ampliar la ventaja a tres goles, 4-1.

En trece minutos el conjunto donostiarra llevaba solo dos goles, algo poco usual, y ante el atasco el técnico ermuarra paró el tiempo. La pausa surgió efecto y en la reanudación Karsten anotó su tercer tanto. Hasta ese momento la argentina era la única anotadora de las visitantes, hasta que una vaselina de Elena Amores puso el 6-4.

Guardés tampoco terminaba de encontrarse cómodo. Las de Ana Seabra desperdiciaron hasta seis oportunidades de ampliar la renta hasta los cuatro goles, pero no lo consiguieron. Elba Álvarez, desde los siete metros, acercó a las suyas a dos, 9-7 y 10-8 hasta en dos ocasiones. Lo intentó también Ogonovszky. Dicen que la que la sigue la consigue y fue la central viguesa la que finalmente consiguió acercar a las suyas a un gol, 11-10.

La inercia había cambiado. En los últimos minutos de la primera mitad las de Bidebieta empezaron a imponer su ritmo, a mover el balón de forma más cómoda, encontrando lanzamientos liberados o conexiones con la pivote. Ese mayor acierto a la hora de ejecutar los lanzamientos se tradujo en el último segundo, con un tiro de más allá de los 9 metros, Ogonovszky empató antes del descanso, 12-12.

Máxima igualdad

Tras el paso por vestuarios Hernández adelantó a las suyas por primera vez, y a partir de ahí, ambos equipos se fueron alternando en el marcador durante toda la segunda parte en la que se registraron hasta diez empates. Bera Bera desperdició alguna superioridad para ponerse con dos goles de ventaja y se chocó con el poste en hasta ocho ocasiones.