Piernas cargadas y poca claridad de ideas para desarrollar el plan previsto para el próximo curso mostró el Covirán en su último compromiso de pretemporada, … justo una semana antes de que el Joventut Badalona de Ricky Rubio y Ante Tomic rinda visita al Palacio de los Deportes de Granada.

Generaba mucho interés la puesta en escena de este novedoso equipo que apuesta por el frenesí ofensivo, mucho más tras su último triunfo ante todo un ‘coco’ como el Dreamland Gran Canaria. Enfrente, un rival de estirpe similar al insular pero que llegaba a Granada con un importante rejonazo, tras no ser capaz de clasificarse el pasado miércoles para la Basketball Champions League al perder la final de la fase previa, celebrada en Bulgaria. Un golpe anímico para un UCAMMurcia también fatigado y tocado por la grave lesión de Kaiser Gates, jugador crucial en el plan de la temporada de Sito Alonso, quien además dejó sin convocar por puro descanso a Dylan Ennis y Howard Sant-Roos, dos puntales exteriores del equipo universitario. Eso sí, debutó Zach Hicks, fichado hace apenas 48 horas en reemplazo de Gates, y que demostró estar aún muy verde para lo que habrá de aportar.

Aun así, el Covirán estuvo lejos del UCAM, que ya mostró su superioridad sobre los de Ramón Díaz semanas atrás, en el que entonces no era sino el primer compromiso de pretemporada de ambos. Esta vez seguramente influyó el poco descanso rojinegro tras el duelo ante el ‘Granca’, pero lo cierto es que el público congregado en el Zaidín se quedó un tanto frío ante la primera versión ofrecida por los suyos, desde luego lejana al frenesí que pretende implantar Díaz.

El Covirán se quedó lejos del anhelado 40% en triples que obsesiona a su entrenador como llave del éxito que le acercará a las victorias en el curso que ya comienza. Se quedó en un 30% (6 de 20), pero es que en casi ningún momento encontró el ritmo necesario para fluir como quiere Díaz y encontrar tiros rápidos en los primeros segundos de posesión con la defensa del UCAMaún sin formar. Para ello, resultó clave el enorme problema que tuvo el equipo local en el control del rebote en su propio aro: hasta 18 capturas ofensivas firmó el equipo murciano. De resultas, los de Díaz apenas pudieron correr en busca de ese maná de los ataques rápidos. Y en el estático tampoco tuvieron el día: la defensa rival, merced sobre todo a un gran Radebaugh, ‘secó’ a Matt Thomas durante muchos minutos –pese a todo, acabó con 16 puntos, tal e su capacidad ofensiva–, mientras ningún otro referente a priori anduvo fino:Speight y Kljajic se fueron en blanco y a Bozic o Burjanadze les faltó ‘tacto’ en posiciones cercanas. Con todo, quien más preocupa es Hankins, lejos del nivel que ha de dar a solo una semana del inicio oficial, cuando lleguen Ante Tomic y Simon Birgander. Necesita mejorar ya.