“He tenido la suerte de vivir cosas increíbles en este juego, pero estas han sido las dos horas más duras de toda mi vida”, declaraba el irlandés
Shane Lowry no podía articular palabra tras conseguir el medio punto que Europa necesitaba
En el green del 18 de Bethpage Black se escribió una de esas páginas imborrables de la historia de la Ryder Cup. Bajo una tensión insoportable, con Europa contra las cuerdas y necesitada como agua de mayo de medio punto para retener el trofeo, Shane Lowry embocó un putt que quedará grabado para siempre en la memoria colectiva del golf.
“He tenido la suerte de vivir cosas increíbles en este juego, pero estas han sido las dos horas más duras de toda mi vida. No puedo creer que esa bola entrara. Me puse sobre el putt pensando: ‘Este es el momento’”; confesaba entre lágrimas el irlandés en ese mismo green; aún incrédulo tras sellar el empate con Russell Henley que aseguraba la permanencia de la copa en manos europeas.
El campeón del Open en 2019 no dudó en situar este instante en la cima de su carrera. “Le dije a Darren (su caddie) en el 18: ‘Tengo la oportunidad de hacer lo más grande de mi vida aquí’. La Ryder Cup significa absolutamente todo para mí. He ganado un Open en Irlanda, un sueño cumplido. Pero la Ryder Cup para mí lo es todo, y hacerlo hoy, en el 18, delante de todos… ha sido durísimo”.
Lowry no se olvidó de reconocer la bravura del rival. “Sabíamos que los estadounidenses iban a salir a pelear, y lo hicieron. Hemos retenido (en esos momentos) la copa, pero queremos ganarla también”.
Puede seguir a OpenGolf en Facebook; Twitter; LinkedIn y suscribiéndose a través de este enlace a nuestra Newsletter Semanal