Donald Trump no quiso perderse la Ryder Cup. El presidente de Estados Unidos acudió a Bethpage Black la jornada del viernes para animar a sus jugadores tras un mal inicio en los fourballs. La visita de Trump no surtió el efecto esperado y Europa siguió con su dominio, logrando una ventaja que sería clave para conquistar, con sufrimiento, la Ryder Cup

La tensión fue de menos a más. La actitud del público estadounidense hacia los jugadores europeos sobrepasó todos los límites, generando un ambiente de gran crispación. El equipo europeo supo lidiar con ello y volvió a ganar en suelo estadounidense, algo que no conseguía desde 2012. 

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Los europeos lo festejaron con sus familias por todo lo alto. «Han sido las doce horas más estresantes de mi vida», declaró el capitán Luke Donald, una vez consumado el triunfo. Rory McIlroy también mostró su malestar en rueda de prensa y después quiso acordarse de Donald Trump. En Bethpage, los aficionados europeos entonaron un cántico en el que señalaban de forma irónica al presidente estadounidense: «Are you watching Donald Trump?».

Horas después, en una publicación en Truth Social, Trump no entró al trapo y se limitó a felicitar al combinado europeo. «Sí, estoy mirando. ¡Felicidades!».