Calles inundadas, averías eléctricas, caminos cortados e, incluso, una manga marina y un reventón térmico resumen la alerta roja en la Ribera. Aunque la mañana se ha desarrollado con total normalidad en la comarca, donde las precipitaciones han sido escasas, los ayuntamientos ya alertaban de que lo peor estaba por llegar. Y así ha sido. El caos se ha desatado por la tarde en muchas de las localidades de la Ribera Alta y la Ribera Baixa, con decenas de litros acumulados.

Alzira y Sueca han registrado en pocas horas la mayor cantidad de precipitaciones. La capital de la Ribera Alta ha acumulado hasta 75 litros por metro cuadrado durante una hora en la estación de l’Alquenència, mientras que en la Casella se han contabilizado 28,8 l/m² en poco más de diez minutos. La situación ha provocado que el consistorio tuviera que cerrar una decena de calles, en su mayor parte en torno al parque de l’Alquenència y en el barrio de les Basses, y a cortar media docena de caminos y carreteras del término municipal.

Las calles de Sueca, por su parte, se han llenado de agua en cuestión de minutos. Según los datos recogidos por la Agència Valenciana de Meteorologia, se han recogido hasta 66 l/m² en tan sólo 35 minutos en la estación Tancat Estell, donde se han acumulado 92 litros en menos de una hora. En Les Palmeres, otro de los puntos afectados por las fuertes lluvias, han llegado a caer 50 litros en 25 minutos. Las precipitaciones han provocado averías eléctricas en varios puntos de la localidad e, incluso, se formó una manga marina en el Mareny de Sueca.

Las capitales comarcales no han sido las únicas afectadas por este episodio de alerta roja. Algemesí, Cullera o el Mareny de Barraquetes también sufrieron las consecuencias de este temporal.

Decenas de litros han provocado embalsamientos en muchas calles de Cullera. Una de las imágenes más impactantes se ha producidso en los alrededores de la calle Valencia de la localidad, donde se han contabilizado grandes cantidades de agua, procedentes de la montaña, que arrastraron vehículos y piedras hasta las zonas más bajas de la localidad. Los operarios se pusieron a trabajar desde el primer momento para recuperar poco a poco la normalidad.

Los vecinos del Mareny de Barraquetes han presenciado un reventón húmedo que dejó rachas de viento de hasta 113 kilómetros por hora. «La situación se ha descontrolado en cuestión de minutos», afirmaba el alcalde Jordi Sanjaime. El municipio, al cierre de esta edición, todavía se encontraba valorando los daños.

Barreras frente a inundaciones

Algemesí, epicentro de la trágica dana vivida hace once meses, también ha sufrido inundaciones en algunas calles de la localidad debido a las lluvias torrenciales. Los puntos de medición de la localidad han registrado hasta 30 litros por metro cuadrado en poco más de diez minutos. La situación provocó embalsamientos en la localidad debido al estado de la red de alcantarillado. De hecho, algunos vecinos han protegido sus viviendas con barreras y sacos de arena con el fin de evitar daños.

Las brigadas municipales y los agentes de la Policía Local han recorrido durante toda la tarde la localidad para descongestionar las zonas más sensibles del municipio. A pesar del trabajo, las lluvias produjeron pequeñas inundaciones en algunas calles de la localidad, especialmente en la zona del Pla y en la calle Muntanya. El estado del agua ha sorprendido a los vecinos por su color marrón, que, a muchos les recordaba la imagen que se produjo hace once meses tras el desbordamiento del río Magro. Sin embargo, este color se debía a la arena que se concentraba en la plaza de toros de la localidad con motivo de la Semana Taurina, que concluyó el domingo.

El área industrial y los comercios también han decidido cerrar durante la jornada de hoy para evitar desplazamientos innecesarios. Sólo el 10 % de las empresas del polígono de Cotes abrieron sus puertas.

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