El Estadi Olímpic Lluís Companys se vestirá de gala este miércoles para albergar uno de los grandes encuentros del momento. El duelo entre el FC Barcelona y el PSG, con toda seguridad, centrará buena parte de la atención del mundo futbolístico. Será el debut azulgrana ‘en casa’ en la presente temporada frente al vigente campeón de la Champions. Duelo de estrellas por todo lo alto.

Como es habitual en este tipo de enfrentamientos, el choque está calificado como partido de ‘alto riesgo’ y las fuerzas y cuerpos de seguridad habilitarán un dispositivo especial para evitar todo tipo de incidentes tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Montjuïc registrará uno de esos llenos europeos, superando ampliamente los 50.000 aficionados. Entre los asistentes, tal y como se ha confirmado desde París, está previsto que se desplacen alrededor de 2.700 aficionados del PSG. Todas las entradas asignadas al club parisino se agotaron casi al momento de ponerse a la venta.

Sin embargo, la gran preocupación para las fuerzas de seguridad gira alrededor del Collectif Ultras Paris. El sector más radical de la afición parisina también ha confirmado que no se perderá el choque de Montjuïc. En principio está previsto que un autocar parta el miércoles a primera hora desde París rumbo a Barcelona.

El autocar con este sector de aficionados se espera que sea controlado en todo momento para evitar que el grupo conocido como CUP pueda entrar en algún tipo de contacto directo con los aficionados del Barça. El seguimiento y control se realizaría desde su llegada a Barcelona hasta su posterior retorno con destino a París.

Cuentas pendientes

Durante los últimos años, el Collectif Ultras Paris (CUP) ha sufrido distintas escisiones con el objetivo de eliminar a algunos de sus elementos más violentos. Sin embargo, las relaciones entre estos aficionados y el Barça no son especialmente amistosas.

Sin ir más lejos, en los últimos enfrentamientos europeos, la CUP incluso se permitió el lujo de publicar un comunicado arremetiendo contra el Barça y denunciando sus ‘presuntos apoyos arbitrales’. Tampoco se debe olvidar que en épocas pasadas, cuando la presencia de los Boixos Nois era bien visible, se produjeron duros enfrentamientos entre ambos reductos violentos. En 2014 fueron apuñalados dos seguidores del PSG en Barcelona

En Barcelona habrá medidas especiales para que ambas aficiones no tengan la ocasión de cruzarse. Sobre el papel, todo está diseñado para que los sectores más radicales queden confinados en una zona concreta del Estadi y acordonados por numerosos efectivos policiales.