29/09/2025
Actualizado 30/09/2025 a las 03:56h.
De los poco más de 3,2 kilómetros de la A-5 que quedarán soterrados en poco más de un año, las excavadoras ya han perforado cerca de 300 metros del tramo sur de entrada a Madrid, y se han enterrado el 84% de los pilotes que sostendrán esta megaestructura. El calendario, por tanto, avanza según lo previsto, por lo que los 80.000 vehículos que antes circulaban por la superficie de esta autovía podrán estrenarlo en noviembre de 2026.
Así lo ha confirmado este lunes el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, que, a pocos días de que se cumpla un año del inicio de las obras, ha visitado esta mañana los trabajos acompañado por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y el concejal de Latina, Alberto González.
El túnel se está construyendo siguiendo la técnica ‘cut and cover‘ : primero entierran los pilares y las paredes laterales, después se construye la ‘tapa’ superior y finalmente se retira la tierra del interior de esta especie de caja de zapatos de hormigón (ya se han hormigonado 37.466 metros cuadrados) que albergará la futura A-5, ya enterrada. «Moveremos 200.000 metros cúbicos de tierra, el equivalente a cuatro estadios Santiago Bernabéu», explicaban desde el consistorio este verano, cuando comenzaron los trabajos bajo tierra de esta megaobra en la que trabajan 600 operarios y más de un centenar de máquinas pesadas.
El ‘cut and cover’ cuenta con la gran ventaja de que permite, además, mantener los trabajos sin cortar totalmente el tráfico en superficie. De hecho, a lo largo de todo el soterramiento se mantendrán siempre abiertos dos carriles por sentido. Así, ahora están trabajando en la calzada de entrada (desviando las dos vías por sentido que siguen abiertos por lo que era la vieja calzada de cuatro carriles de salida) y a finales de año moverán todos los vehículos al lado opuesto.
El dilema de los pasos peatonales
Con el avance de la obra, que convertirá en un bulevar peatonal lo que ahora era una brecha entre los barrios del distrito de Latina de Lucero, Aluche y Las Águilas con los de Campamento y Casa de Campo, ya se han cerrado los nueve pasos peatonales previstos en esta fase: Illescas, Boadilla (mixto), Sanchorreja, San Juan de la Mata, Villavaliente, Villamanín, Dante, Parque de Atracciones (mixto) y Batán (mixto).
Aunque el consistorio ha puesto en marcha un servicio especial y gratuito de autobús para llevar a los vecinos de un lado a otro, están además estudiando habilitar para el cruce de viandantes uno de los semáforos de la A-5 que siguen activos únicamente para la gestión del tráfico, informó ayer el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, conocedor de las quejas de familias que llevan a sus hijos a centros educativos de la zona.
Tres carriles por sentido
Cuando esté terminado, el túnel contará con una distribución de tres carriles por sentido en dos vanos. Los más próximos a la mediana en ambas calzadas se diseñan para su uso como carriles bus-VAO, dotados con una señalización variable que permitirá regular su utilización en función de las necesidades del tráfico en cada momento. La flexibilidad de este sistema permitirá la optimización de la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable.
En superficie, además de este bulevar peatonal, se construirá un carril bici bidireccional semaforizado de 3,5 kilómetros que empezará en la calle Illescas y conectará con el existente en la avenida de Portugal, enlazando así con Madrid Río. Habrá, además, 33 nuevas conexiones peatonales frente a las 16 actuales.
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