Además, aprovecha los recursos de su entorno —sol, viento y lluvia— para generar energía, proveer de agua y regular la temperatura interior, de manera que no necesita la red pública para funcionar. ¿Lo mejor? Danielson y su pareja no tienen que hacer activamente nada para que esto suceda, ya que todo está automatizado. Lo único de lo que se preocupan es de minimizar el uso de aparatos como lavadora, secadora y lavavajillas.

El asombroso funcionamiento sostenible de la vivienda es uno de los factores que encandila a los usuarios de la red social: “Empecé a compartir el proceso de la reforma cuando compramos la casa, que llevaba meses abandonada y se encontraba en un estado de deterioro extremo, con casi todos los sistemas inutilizados. Es una vivienda de mucho mantenimiento, y hemos invertido muchísimo trabajo en estos últimos años para llevarla al estado en el que se encuentra ahora”, recuerda Danielson.

Ms de 325.000 personas siguen a esta casa en Instagram

“Soy interiorista y, junto con mi marido, nos dedicamos a las renovaciones DIY, así que cuando compramos esta casa y empezamos a trabajar en ella con mis padres (que también son grandes aficionados al bricolaje), decidí mostrarlo en redes, como hago con todos mis proyectos. Soy una gran admiradora de todo tipo de arquitectura ecológica, y me sorprendió mucho descubrir cuánta gente nunca había oído hablar de una Earthship, o de una casa semienterrada. Creo que lo que más atrae a la audiencia al principio es la curiosidad, seguida de la constatación de que así es realmente como deberíamos estar viviendo. A la gente le fascina la arquitectura, las plantas y la estética general de la casa, además de la idea de estar fuera de la red y vivir de forma autosuficiente”, continúa.

Danielson tiene razón: su estética cálida, acogedora y personal es otra de las grandes bazas de esta propiedad con la que es imposible no soñar. “Quería ser fiel a Colorado y a la tierra en la que estamos, pero no de la manera típica. En lugar de la decoración básica del estado, con “alces y osos”, que resulta bastante estándar, me centré sobre todo en la paleta de colores y en las texturas. Para mí era importante mantenerme en sintonía con los valores de la casa y de la tierra, y casi todo lo que tenemos en nuestro hogar es usado o comprado en tiendas de segunda mano. Todo el arte lo hicimos nosotros mismos, y hemos ido armando esta casa pieza por pieza, asegurándonos de que cada cosa fuera muy intencional”.