Energía, ritmo y efectividad fueron los tres principales ingredientes del Frigoríficos del Morrazo para certificar su primer triunfo de la temporada ante el Bada Huesca, un resultado que le permite ganar confianza a un proyecto que todavía está arrancando. «Nos da confianza, seguridad, sobre todo por el trabajo que llevamos haciendo durante tantas semanas. Por eso era importante que llegase cuanto antes, porque hay más alegría y eso es bueno», afirma el entrenador del cuadro morracense, Quique Domínguez.
El técnico admite que su equipo se quitó la espinita de la falta de acierto en el lanzamiento de los dos primeros partidos. «Veníamos de hacer las cosas bien, pero el acierto es clave, y teníamos un porcentaje inferior al que queríamos», explica, antes de añadir que «ante el Huesca, sobre todo en la primera parte, estuvimos mucho más acertados. Nos fuimos al descanso cinco arriba y después de marcar 19 goles. Mejoramos la efectividad y fuimos llevando el partido mucho mejor». Los números así lo reflejaron, con un 74,4 por ciento de acierto en todo el encuentro, y con un 8/8 en los primeros lanzamientos del partido.
El escenario buscado en el arranque
Precisamente el buen inicio del Cangas le facilitó sobremanera las cosas en el resto del choque. Los locales salieron mucho mejor que los oscenses y supieron imponer el estilo de juego que más les convenía. «Entramos muy bien en el partido. Teníamos muchas ganas de ir a por el partido y lo hicimos con mucha energía, tanto en defensa como en el ritmo de juego», señala. Para Domínguez «nos convenía un ritmo alto, era el escenario que buscábamos y lo conseguimos en la primera parte. En la segunda ya nos costó más».
En ese segundo periodo fue el Huesca el que arrimó el ascua a su sardina, para manejar un ritmo más pausado, más conveniente a su estilo y a sus circunstancias, al llegar con varias bajas. «El 5.1 se nos trabó un poco, no tuvimos la fluidez de antes, el acierto, e incluso creo que en algún momento nos pudieron haber pesado los dos resultados anteriores contra Ademar y Nava», explica Quique Domínguez, que ahonda en esa idea de que «quizás hubo alguna pequeña ansiedad que la portería acabo por resolver, apareciendo en esos momentos en los que parecía que ellos podían meterse en partido».
«Panjan ha hecho unos números acordes a su nivel y a su integración»
Poco dado a individualizar, Domínguez quiere hacer una excepción con Panjan, uno de los protagonistas del choque tras haber totalizado 14 intervenciones, quitándose la presión de los dos duelos anteriores, en donde había estado desacertado. «Quería destacarlo porque llegó en una situación complicada, con la pretemporada muy avanzada, a pocos días de empezar la Liga, y ocupando un puesto determinante», subraya.
Ha sido ahora cuando, para el preparador pontevedrés, «ha hecho unos números acordes al nivel que tiene y a su integración. Nosotros lo valoramos siempre, pero el que solo lo vea en los partidos no podía tener esa idea. Esto le viene muy bien y le restará algo de ansiedad para poder demostrar qué jugador es».
Sobre Santi López, el otro protagonista del partido otras no haber hecho pretemporada, Domínguez dijo que «no tenía ninguna duda sobre él. Jugó ya el primer partido muchos minutos y volvió a hacerlo en los otros dos. Es uno de los puntales de este equipo, por todo lo que aporta en lo anímico, lo emocional, lo balonmanístico. Es un jugador que contagia y del que agotan los adjetivos».
Resonancia para conocer la lesión de Javi García
El pivote Javi García continúa entre algodones al seguir arrastrando molestias en su hombro derecho derivadas de la caída que sufrió en el partido de la segunda jornada ante el Viveros Herol Nava. El leonés forzó para jugar ante el Huesca y aunque no anotó sí cumplió, haciendo un trabajo más oscuro. Ahora la intención del club es la de hacerle una resonancia esta semana para descartar cualquier tipo de afectación ósea o muscular.
No fue Javi García, sin embargo, el único jugador tocado tras una semana un tanto accidentada en el Frigoríficos del Morrazo. Martín Gayo fue reservado durante bastantes minutos por molestias en el tendón rotuliano de una de sus rodillas. Tampoco disfrutó de mucha presencia en la pista Arón Díaz, que durante la semana había sufrido una elongación en la zona intercostal. El parte de guerra se completó con el noruego Valderhaug, que se incorporó al grupo el jueves tras un proceso gripal.
Semana normal para preparar el duelo ante el Barça
Una semana normal, con idénticas sesiones y preparación, será lo que afronte el Frigoríficos del Morrazo para encarar el choque del próximo sábado ante el Fútbol Club Barcelona. «Seguiremos puliendo cosas y afrontando el partido igual», señala Domínguez, que reconoce, no obstante, que no quemará las naves forzando a jugadores que puedan estar tocados. Eso sí, «una vez estamos allí y sabiendo del nivel del rival al que nos enfrentamos, competiremos».
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