La Ryder Cup es una de las competiciones más especiales del deporte mundial. No reparte puntos del ranking ni premios millonarios como los grandes torneos del circuito, pero tiene un valor simbólico único. Por eso, históricamente, ni Europa ni Estados Unidos habían recibido nunca dinero por disputar el torneo.
Sin embargo, esa tradición se ha roto en 2025. El equipo de Estados Unidos contará con una compensación económica inédita: cada jugador recibirá 500.000 dólares, de los cuales 300.000 irán destinados a obras benéficas y los otros 200.000 podrán quedarse en su bolsillo o volver a donarlos según su criterio.
Mientras tanto, en el equipo europeo no ha habido cambios: los golfistas han jugado sin recompensa económica, defendiendo la camiseta únicamente por orgullo y por el prestigio de levantar el trofeo más codiciado del golf por equipos. Su única recompensa por estar en la Ryder es un precioso Rolex de recuerdo, que esta vez se ha hecho extensivo a las novias y esposas de los jugadores y también a los caddies de todos los jugadores.
Así, la Ryder Cup de 2025 no solo marcará un antes y un después en lo deportivo, sino también en lo económico, con un modelo diferente a cada lado del Atlántico: dinero en Estados Unidos y jugar por el orgullo en Europa.