Carlos Alcaraz se ha convertido en una trituradora de rivales. Da igual el número que marque la clasificación, el estilo de juego o la … edad. Todos acaban derribados ante la bola de demolición que es ahora mismo el tenis del palmareño. Su última víctima ha sido Taylor Fritz, número cinco del mundo, en la final de Tokio (6-4 y 6-4). Hora y media necesitó Alcaraz para alzar al cielo nublado de la capital japonesa su octavo título de la temporada.
Sabía perfectamente dónde se metía Alcaraz. La final de Tokio le medía al jugador más en forma del momento, si nos referimos a los humanos. Porque Sinner y el de El Palmar están en otra galaxia. Está siendo una segunda mitad de temporada muy positiva para Fritz, que llegaba a esta batalla por el título con la confianza por las nubes, especialmente con el servicio. Las condiciones de la pista favorecían al estadounidense, con el techo del Colosseum de Tokio cerrado. Pero quien llevó el timón del partido desde el principio fue Alcaraz. Se jugó a lo que quiso el murciano en todo momento. Exhibió todo el repertorio de golpes para agotar a Fritz. Dejadas, globos, voleas y también un revés que cada vez ejecuta con mayor fluidez un Alcaraz que llegó a disponer de cinco puntos de rotura. Solamente aprovechó una en la primera manga, pero fue suficiente para llevársela.
Hubo tiempo para todo en el primer set. Incluso para que el de El Palmar le echara una bronca tremenda al juez de silla Fergus Murphy: «¿Tú ves normal que yo acabe un punto largo en la red y luego apenas tenga tiempo para ir a por las pelotas, sin descanso? ¿Lo ves normal o no? Vale, no has jugado al tenis en tu vida», le espetó Alcaraz al árbitro del partido. Fue el momento en el que más nervioso se vio al murciano en toda la final. Siempre dominando la escena, alentado también por los gritos de «Viva Murcia» a miles de kilómetros de casa el tenista que estos días cumple 40 semanas como número uno del mundo.
Se le acumularon los problemas a Fritz. A remolque en el marcador, el segundo cabeza de serie en Tokio empezó a sentir molestias en su muslo izquierdo. Recibió asistencia médica Fritz durante el descanso, pero fue insuficiente para reactivar su cuerpo. Pronto se vería con una rotura en contra a manos de un Alcaraz soberbio, sin fisuras en su tenis desde el mes de abril, que acaba el torneo sin un rasguño en su carrocería más allá del susto tempranero en su tobillo izquierdo. Un triunfo tras otro en el casillero del murciano que, con el de Tokio, acumula ocho títulos en su palmarés en un 2025 de ensueño.
Coronado con éxito un torneo que arrancó con problemas para el palmareño después de doblarse el tobillo en su primer partido. Por ello, quiso agradecer especialmente a su fisioterapeuta Juanjo Moreno el trabajo de estos días para que pudiera competir en condiciones óptimas: «Agradecerte el trabajo que has hecho durante estos días para que pueda competir en buenas condiciones», destacó Alcaraz durante su discurso de ganador al tiempo que recibía el gesto cómplice de Moreno desde la tribuna. Pocos minutos antes había celebrado junto a su equipo por todo lo alto la consecución de un nuevo trofeo en este 2025 y también había recibido el cheque como campeón del torneo por un valor de 416.365 dólares.
Con este triunfo, Alcaraz da un paso de gigante en sus aspiraciones de mantener el número uno del ranking ATP hasta el final de temporada, ya que conserva los 500 puntos que el año pasado ganó en Pekín y de aquí a final de temporada será Sinner quien tenga que defender los puntos obtenidos en 2024 en Shanghai y las ATP Finals. Lo tiene muy de cara el tenista murciano, que ya finalizó 2022 en el primer puesto del ranking mundial.
Carlos Alcaraz no estará en Shanghái
Tras vencer de manera cómoda al estadounidense, el murciano se quitó las vendas de su tobillo izquierdo delante de todo mundo sin miedo a que sus rivales pudieran ver cómo transcurre la salud de su articulación. A pesar de que ha jugado la final sin problemas importantes, Carlos Alcaraz confirmó a través de sus redes sociales que no estará en el Másters 1.000 de Shanghái debido a unos problemas físicos, ya que prefiere tener más descanso en su tobillo de cara al tramo final de temporada.
Esto no supone ninguna perdida importante de puntos, debido a que Carlos Alcaraz perderá los 200 puntos que consiguió la temporada pasada en el torneo chino. Además, Jannik Sinner solo puede recortarle esa misma cantidad de puntos, porque al ser el vigente campeón de este Másters 1.000, no puede ampliar su puntuación. Por lo tanto, la distancia entre el italiano y el murciano en el ránking ATP sería de 560 puntos, en el caso en el que Sinner consiga repetir el triunfo obtenido en Shanghái.
La ruta a seguir por Carlos Alcaraz para acabar la temporada empieza por acudir al Six Kings Slam, del 15 al 16 de octubre, en Arabia Saudí, que no otorga puntos para el ránking, pero tiene un gran premio económico. Le sigue el Másters 1.000 de París, del 27 de octubre al 2 de noviembre, donde defiende 100 puntos, y después llegan las Finales ATP en Turín, del 9 al 16 de noviembre, donde peleará por levantar un título que aún no tiene en su palmarés.