Con las fiestas de la Virgen del Rosario a la vuelta de la esquina, muchos miran con añoranza a la histórica plaza de toros medinesa, que esta semana ha dado un nuevo paso hacia su completa reforma con la licitación de la redacción de su proyecto constructivo. El equipo que se haga cargo de diseñar el nuevo coso también habrá de abordar la transformación de todo su entorno urbano, como hace unos días avanzaba a Diario de Burgos el concejal de Planificación Urbanística, José Juan Martínez. El proyecto, para cuya redacción se dan cuatro meses de plazo, y el trabajo de dirección de las obras, que durarán otros doce, tienen un presupuesto de 139.180 euros con IVA. 

Encajada entre edificios y rodeada de asfalto sin ningún tipo de ordenación, los alrededores de la renovada plaza de toros «mejorarán su calidad y sus servicios tanto para sus usuarios como para los vecinos», según el edil. Mientras, este continente se convertirá en un espacio apto tanto para festejos taurinos como para espectáculos públicos con entre 1.800 y 1.900 localidades «reales», que cumplirán la normativa vigente. 

La altura de la corona que rodea la plaza se mantendrá similar a la que tenía antes del derribo del graderío. Los trabajos realizados en junio provocaron algunos derrumbes y han dejado un muro irregular que tomará nueva forma. El coso medinés, con un ruedo de 35 metros de diámetro, es más pequeño que el exigido por la normativa para las nuevas plazas. Pero al tratarse de una plaza histórica, que solo se reformará, podrá seguir siendo escenario de festejos taurinos con sus actuales medidas.

1.800 localidades es el mínimo que se exigirá a los redactores del proyecto de reforma y restauración de la plaza de toros, inaugurada en la ciudad en 1908 

Además de preservar el ruedo, conservará sus «elementos más singulares, como la barrera y los burladeros del callejón», que solo se restaurarán, mientras que las puertas grande y de arrastre se volverán a reconstruir en los mismos lugares y sobre ellas, las dos tribunas, en las que se sentaban la Banda de Música y las autoridades.

Por el contrario, el graderío será completamente nuevo y adecuado a la normativa de espectáculos, así como los aseos, la Enfermería o las entradas y salidas, entre otros servicios. Los únicos que no se volverán a reconstruir y que también fue derribados son los antiguos corrales. El amplio espacio libre que han dejado en la zona trasera de la plaza también será urbanizado. Para los festejos de San Isidro y el Rosario se instalarán corrales portátiles, lo que permitirá disfrutar de esa zona fuera de las fechas festivas.

Doce meses de obras. El pliego de condiciones para la redacción del proyecto persigue contratar un equipo de cuatro profesionales habituados a acondicionar espacios públicos y exige un director de equipo, un arquitecto o ingeniero superior en estructuras de acero, hormigón y, en especial, de madera técnica;un ingeniero de instalaciones;y un arquitecto superior. El 9 de octubre se cerrará el plazo para presentar ofertas y siete días después se abrirá el último sobre, con lo que los trabajos podrían estar adjudicados en ese mes y el proyecto redactado entre febrero y marzo próximo para después contratar las obras, con un plazo estimado de duración de doce meses. 

Si ninguno de estos plazos se retrasa en exceso, el alcalde Isaac Angulo podría cumplir con lo prometido hace un año a las peñas y celebrar los festejos de San Isidro de 2027 en el coso histórico renovado. Mientras, estas fiestas se instalará la misma plaza portátil que el pasado San Isidro de la empresa Guerrero Toros S.L.U. Hace unos días se adjudicaba a la firma Esencia Taurina la organización de los festejos del Rosario junto al montaje de la plaza que subcontrata. Todo ello costará 74.500 euros.