A medida que se acerca el esperado regreso del FC Barcelona al nuevo Camp Nou, empiezan a verse con más claridad los detalles del nuevo diseño de las gradas.
Con las dos primeras graderías prácticamente completas en cuanto a accesos y colocación de butacas, el proyecto actual ha dejado en el aire dos símbolos que históricamente han acompañado a la afición.
El escudo del club y la frase «Més que un club», han desaparecido por ahora de la estética de las tribunas en comparación con los diseños mostrados hasta ahora.
En ambos fondos del estadio se puede apreciar cómo los asientos amarillos dibujan ya el logotipo de Spotify, patrocinador principal del equipo y que da nombre al estadio.
Sin embargo, en los laterales no hay rastro de los símbolos del club que iba a presidir una de las tribunas del nuevo coliseo azulgrana.
Tampoco aparece la inscripción que se convirtió en lema internacional de la entidad y que históricamente presidía la tribuna frente al palco de honor.
La ausencia genera incertidumbre entre socios y aficionados. En los diferentes renders publicados en los últimos años, el diseño ha variado.

Simulación de cómo será el Camp Nou por dentro tras las obras
En algunos aparecía el tradicional «Més que un club», en otros se sustituía por un más institucional «FC Barcelona».
El escudo, en cambio, sí había figurado de forma constante en los diseños oficiales, por lo que su desaparición temporal abre dos posibilidades.
En la primera, el club lo ha descartado; la segunda sería que se reserve para el momento en que esté terminada la tercera gradería y se complete el mosaico de colores.

Transformación sin precedentes
La remodelación del Camp Nou forma parte del proyecto Espai Barça, con un presupuesto inicial de 1.450 millones de euros, de los cuales 900 irían al estadio.
El recinto alcanzará los 105.000 espectadores, lo que le convertirá en el mayor de Europa. La tercera gradería, completamente nueva, simétrica y cubierta, dará forma a un estadio mucho más moderno y cómodo para el aficionado.

Representación virtual del nuevo Camp Nou
El nuevo diseño distribuye los asientos en 84 filas: 25 subterráneas, 31 en el nivel intermedio y 28 en la parte superior.
Todas las localidades estarán resguardadas, por primera vez, bajo una cubierta de 48.000 metros cuadrados, la más grande del mundo, construida con cables tensados de última generación.
Retrasos, sanciones y fricciones
La ambiciosa obra no está exenta de polémica. El Ayuntamiento de Barcelona ha denegado la licencia de primera ocupación por deficiencias de seguridad, lo que ha obligado al equipo a seguir jugando en el Estadio Olímpico Lluís Companys o en el Johan Cruyff.
Los técnicos municipales han señalado problemas en vías de evacuación, accesibilidad y señalización, pese a que desde el club se insiste en que el estadio «es el más seguro de Europa».
La constructora Limak, responsable del proyecto, acumula denuncias por incumplimiento de horarios y retrasos en las entregas.
El contrato establece una multa de un millón de euros por cada día de demora desde noviembre de 2024. A estas alturas, la deuda teórica superaría los 230 millones, aunque la entidad no ha hecho efectiva esa cláusula.
El alcalde Jaume Collboni ha reiterado que no habrá concesión de licencia hasta garantizar la seguridad de los aficionados.
Mientras tanto, el Barcelona paga 150.000 euros por partido en Montjuïc, un gasto que agrava sus ya delicadas finanzas.