Este martes, Sonsoles Ónega daba paso en Y ahora Sonsoles a una sorprendente noticia -el caso de una mujer que se cayó dentro de una fosa en un cementerio de Toledo- cuando, de pronto, algo la sacó de su concentración: los gestos de María del Monte.
Aunque la cámara no mostró esos movimientos, la reacción de la presentadora los delató. Alterada por aquel espectáculo paralelo, Ónega interrumpió su narración para llamar al orden a la cantante: «María, deja de hacer aspavientos, que me pones muy nerviosa».
Para ilustrar lo que estaba presenciando desde su asiento, la también escritora imitó a la cantante dibujando con los brazos y las manos aquel revuelo de ademanes que la distraía.
La sevillana, sorprendida por la reprimenda pública, respondió con franqueza y desparpajo, justificándose con vehemencia: «¡Que yo me muero si me pasa eso!».
Y, finalmente, teatralizó un enfado que arrancó la carcajada de Ónega: «Bueno, pues ya está. ¡Hay que ver cómo me tienes! Me dices que no te mire, que no me mueva… Chiquilla, me vas a tener como una dona, inmóvil».