El Baskonia afrontaba el primer partido de su temporada 26, consecutiva disputando la Euroliga, ante uno de los colosos de la competición. Pero la gente estaba con ganas después de un verano muy largo tras una temporada decepcionante y hubo una buena entrada. Cambios en la estructura deportiva con Xevi Pujol buscando fichajes, en el banquillo con la salida de Laso y la entrada de Paolo Galbiati. Y en cuanto a jugadores, multitud de bajas (Jaramaz, Baldwin, Moneke, Donta Hall, Raieste, Rogkavopoulos…) y muchas caras nuevas (Nowell, Villar, Spagnolo, Frisch, Diallo…). Había dos ausencias locales para el partido: Diakite y Kurucs. El Olympiacos compareció sin McKissic, Evans ni Fall. Hubo un respetuoso minuto de silencio en memoria de Giorgio Armani (1934-2015).
Lo mejor del primer cuarto fue irse perdiendo solo por 7 puntos ya que la diferencia llegó a ser de 15 (4-19, min. 6). El parcial de salida fue demoledor (0-12). Los vitorianos tardaron 4:15 para conseguir la primera canasta, que fue un triple de Luwawu-Cabarrot. El Olympiacos dominaba el rebote, tenía buenos porcentajes, provocaba muchas pérdidas y aprovechaba los desajustes en altura. Dorsey y Vezenkov con los puntos, con Milutinovic al rebote. Pero Clément Frisch (8 puntos consecutivos) y Markus Howard (dos triples seguidos) llegaron a poner el tanteador en un ilusionante 18-25. Los vascos llevaban cinco triples a esas alturas y solo una canasta de dos. En el minuto 9 acumulaban 6 pérdidas por solo 1 del conjunto visitante.
Con un 20-27 arrancó la segunda entrega. Después de tres buenas defensas -la primera acción de ataque griega terminó con la posesión agotada y el sonido de la sirena- los alaveses se colocaron a 2 gracias al 29-31. El parcial era de 9-4 aunque los atenienses volvieron a estirar la goma (33-43, min. 16). Para entonces, ya había debutado Joksimovic, con 16 años, y Ntilikina observaba las evoluciones desde el fondo del banquillo. Se trata del último fichaje de los del Pireo pero todavía no ha entrado en dinámica de competición. Luwawu-Cabarrot estuvo a buen nivel ofensivo, con 10 puntos y, tras un parcial de 7-0, los de Galbiati se colocaron a tres con el 46-49. Eran demasiados puntos en contra pero había también bastante producción anotadora. Una canasta debajo del tablero de Trent Forrest dejó el luminoso en un apretado 48-49 al descanso. Ya llovía menos, bastante menos. El público, escéptico al principio, empezó a venirse arriba y a creer en el equipo azulgrana. Más de 8.500 aficionados en las gradas.
Peleón tras el paso por vestuarios
Galbiati fue contundente en la entrevista del ecuador del duelo. “No me ha gustado el Baskonia de la primera parte pero luego hemos mejorado, controlado el rebote y me han encantado corriendo”. Un triple de Sedekerskis en los primeros compases del tercer cuarto colocó, por primera vez en el partido, a los locales por delante (51-49). Vezenkov, que llevaba a esas alturas 0/5 en triples, enchufó el primero. Los griegos estiraron de nuevo las distancias (58-64, min. 26). Howard se mostraba muy fallón y acumulaba su cuarta falta personal. Decisión del entrenador, al banquillo. A pesar de ello, un parcial de 7-0 puso el 65-64 un minuto después. Debutó con el equipo en partido oficial Rafa Villar y el tercer acto se cerró con un 70-75. Había esperanzas de remontada real y de opciones de victoria ante uno de los conjuntos más fuertes del continente. También es cierto que el equipo alavés se mantenía en el partido gracias a la efectividad desde los triples.
Dorsey estuvo muy acertado en la anotación, con Vezenkov y Milutinov intratables en el dominio de los tableros. Aunque el que más brilló en el arranque del cuarto final fue el francés Luwawu-Cabarrot, con 23 puntos y 5/8 en triples en el minuto 32. Cometió su cuarta falta y penó con el banquillo. La energía de Diallo le pudo cubrir, además de algún triple de Howard y las penetraciones de Forrest. El Olympiacos firmaba un porcentaje de ensueño en el tiro libre (terminó con 31 convertidos en 32 intentos). Solo Dorsey falló uno en el último minuto.
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Pero, para entonces, y tras varias igualadas, las buenas acciones de Vezenkov, Walkup y Milutinov dieron una diferencia suficiente para que los helenos se llevaran a el triunfo para el Pireo (92-96, min 39). Hubo dos demandas finales del equipo vasco: una continuación de Diallo que se dio inicialmente y luego se anuló y unos pasos de Fournier no decretados. El viernes, viaje a Villeurbanne para enfrentarse al Asvel. Y el domingo, Liga ACB en Zaragoza. Esto ya no para. A abrocharse los cinturones.
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